“Otro capítulo más y me voy a dormir” ¿Te suena, verdad? Es lo mismo que decimos todos los que en algún momento nos hemos enganchado con alguna serie, en algunas de las más famosas plataformas de contenido digital. Es muy fácil caer en la tentación.
Ciertamente, la tecnología ha desarrollado muchas maravillas para mantenernos conectados, pero paradójicamente, esto ha ido en detrimento de nuestras comunicaciones personales y del tiempo que invertimos en nosotros.
Como les he comentado en otras ocasiones, es importante que mantengamos un equilibrio en nuestras vidas. Es muy fácil hacerlo con la ley del 80-20: el primer porcentaje iría en nuestra inversión personal, mientras que el resto sería destinado al placer y diversión.
Puedo contarles, como confesión personal, que durante un tiempo estuve fuertemente enganchado a las series por suscripción. Mientras más las consumía, más y más tiempo valioso les dedicaba, hasta que me di cuenta que esta conducta estaba afectando mi energía diaria. Estaba más cansado en el trabajo, debido a que me acostaba tarde.
Según un reporte publicado en 2016 por Nielsen, un adulto promedio en Estados Unidos pasa al menos 5 horas al día, unas 35 horas a la semana, viendo televisión. Esto increíblemente, bien podría ser el total de un trabajo a tiempo completo.
Al darme cuenta del daño que ese mal hábito me estaba ocasionando, decidí crear uno nuevo, en el que leer y descansar fueran mi prioridad.