Llegar a Canadá y empezar desde cero puede ser difícil, es por eso que hoy le traemos el testimonio de María Carolina Ojeda, quien brinda asesoría financiera para recién llegados a Canadá, quien gracias a su determinación por triunfar, hoy en día inspira a otras mujeres a no rendirse antes los múltiples desafíos:
Hace siete años, me encontré frente a un panorama desafiante como madre soltera, tengo dos niños, hoy en día adolescentes. La responsabilidad de proveer para mi familia pesa sobre mis hombros, y sabía que debía tomar medidas audaces para asegurar un futuro estable para nosotros. En ese momento, decidí que era hora de dejar atrás las excusas y comenzar a escribir mi propia historia de éxito.
Primeros desafíos del emprendimiento
El mundo del emprendimiento se abrió ante mí como una oportunidad para hacer realidad mis sueños. Sin embargo, el camino hacia el éxito no ha sido fácil. Los primeros años fueron una montaña rusa de emociones, con altibajos que pusieron a prueba mi resistencia y mi determinación. Hubo días en los que me encontraba al borde del colapso, preguntándome si valía la pena continuar.
Pero en esos momentos oscuros, encontré fuerza en mis hijos y comencé a relacionarme más con Dios y llenarme de fe. Mis hijos son mi ancla, mi razón para levantarme cada mañana y seguir luchando. En lugar de permitir que las dificultades me consumieran, los convertí en mi mayor motivación. Cada obstáculo se convirtió en una oportunidad para enseñarles el valor del trabajo duro, la perseverancia y la fe inquebrantable en sus sueños.
A medida que pasaban los años, mi negocio comenzó a tomar forma. Aprendí a equilibrar las demandas del trabajo con las necesidades de mi familia, encontrando un ritmo que nos permitiera crecer juntos. No puedo negar que hubo momentos de incertidumbre y sacrificio, pero cada desafío superado solo fortaleció mi determinación.
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