La Cocina de Doña Luz renace de las cenizas

Para fines de noviembre está proyectada la finalización de los trabajos de reconstrucción del restaurante que traerá varios cambios, tanto en lo estético como en su oferta gastronómica.
Por Juanita Chacón-Snow
Toronto · Publicado el: 23 octubre, 2014

Diez meses han transcurrido desde ese fatídico 26 de diciembre cuando gran parte del conocido Restaurante ‘La Cocina de Doña Luz’ en Toronto fuera destruida por un voraz incendio. Sin embargo, Luis Barreto, chef y dueño del establecimiento, no dejó que esa tragedia mermara el entusiasmo que lo caracteriza, dedicando estos meses no solo a reconstruir su querido restaurante, sino también a consolidar unos de sus más anhelados proyectos.

“Son más de 20 años de vida que sientes que se esfuman”, nos cuenta el reconocido chef Luis Barreto. Entre los tantos recuerdos que quedaron reducidos a cenizas estaban una escultura del afamado artista chileno-canadiense Nacho Cartagena, la medalla de Guinness World Records por “la papa rellena más grande del mundo” -hazaña lograda en Ventanilla, Perú,  pocas semanas antes del siniestro - y una serie de certificados y pergaminos de parlamentarios federales y provinciales y otras personalidades del mundo político y de la cultura en reconocimiento por su larga trayectoria y trabajo con la comunidad.

“Quedamos en estado de shock, pero nos duró poco pues había que empezar a reconstruir rápidamente y mantenerse”, nos explica el chef Barreto. Mientras se realizan los trabajos, él y su familia han debido desplegar todas sus habilidades de emprendimiento, reforzando sus servicios de comida a domicilio y para eventos.

Para finales del mes de noviembre está proyectada la finalización de los trabajos de reconstrucción del restaurante que, según el chef Barreto, traerá varios cambios, tanto en lo estético como en su oferta gastronómica. “El restaurante será renovado al 100%, todo con un concepto del Siglo 21 pero manteniendo un aire colonial, decorado con trabajos de artistas del Perú y Chile, con una iluminación moderna, un salón familiar y un sector para servicio de buffet los fines de semana”, señaló.

“También habrá grandes cambios en el menú, con una ampliación de lo que hemos estado ofreciendo por más de 22 años”. Además de los platos más representativos del Perú que doña Luz Barreto y su hijo han introducido a la cada vez más competitiva oferta culinaria de Toronto, “contaremos con platos de la gastronomía latinoamericana que incluirán carnes al estilo argentino, las famosas arepas venezolanas, una diversidad de platos a base de quinua y varias alternativas sin gluten”.

Pero recuperar su restaurante no es lo único que mantiene ocupado a Luis Barreto. Pocos meses antes del trágico incendio ya se venía gestando un nuevo proyecto: la creación de la Fundación Doña Luz.

Como empresa, La Cocina de Doña Luz ha apoyado diversas campañas solidarias, auspiciando eventos de recaudación de fondos como  por ejemplo, para llevar ayuda a las víctimas del terremoto en Chile en 2010, entre muchos otros. “Pero nos dimos cuenta que había llegado el momento en que Doña Luz podía y tenía el deber de involucrarse más directamente”, explica Luis Barreto. 

En una de sus visitas a su tierra natal, en Ventanilla, Perú, vio cómo los niños y niñas con necesidades especiales no contaban con elementos básicos que les permitieran desplazarse y desarrollarse adecuadamente. Fue ahí que, a partir de aportes directos de empresarios canadienses, se logró organizar la primera actividad.

“La Navidad llegó a Pachacutec-Ventanilla” se denominó el primer evento para los alumnos del Centro de Educación Básica Especial Helen Keller y sus familias. “Se esperaba que llegarán unos 100 niños y terminaron asistiendo cerca de 200, además de las mamás y los papás”. La actividad fue patrocinada por el Alcalde de Ventanilla, con la colaboración de varias empresas locales, estudiantes de la Universidad Nacional Federico Villarreal y la Asociación Peruana de Síndrome de Down, entre otros.

En diciembre, por segundo año consecutivo, se realizará un evento navideño organizado por la Fundación, “pero esta vez queremos hacer las cosas mejor”, explica Barreto.

El 17 de octubre se realizó el primer encuentro de voluntarios y colaboradores en Lima para finalizar el proceso de consolidación de la Fundación encabezado por su nueva presidenta Jacqueline Secaira, y definir los detalles de la fiesta de Navidad. “Además del equipo de trabajo en Perú y Canadá, contamos con socios en Argentina, Chile, Italia e incluso Turquía. Ya hemos recibido más de $1.500 dólares en aportes de personas y empresarios, y la donación de sillas de ruedas y otro material médico y terapéutico para nuestros niños de Ventanilla”.

Este año la fiesta navideña “Sonríe conmigo Ventanilla” espera reunir a más de 500 personas: niños y niñas del CEBE Helen Keller, la Escuela Sagrado Corazón de Jesús y la Escuela Funcional de Ventanilla Satélite, y sus familias.

La Fundación ha ido creciendo a pasos agigantados, “creo que gracias a la transparencia con que siempre hemos actuado”, nos cuenta emocionado el chef Barreto, lo cual le permite contar actualmente con un grupo de voluntarios, muchos de ellos madres de los mismos niños que reciben atención, que han sido capacitadas en técnicas de rehabilitación infantil por profesionales  que colaboran con la Fundación. “También estamos en conversaciones con las autoridades distritales para que nos cedan un terreno o local para nuestra sede y para comenzar a construir la primera Casa-Hogar Doña Luz que ofrecerá atención médica integral gratuita a pequeños con autismo, síndrome de Down, parálisis cerebral o retraso en el desarrollo”.

Mientras tanto, Luis Barreto seguirá preparando la gran reinauguración de La Cocina de Doña Luz en diciembre. “Creo que el apoyo de mi familia, amigos, colegas y tantos otros que han querido acompañarme en estos proyectos es lo que me da energías y hace crecer cada día más mi pasión y entusiasmo por verlos realizados”.

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