(Foto: visionair.helicopters / lifeofashmac)
Canadá es famoso por sus impresionantes paisajes y su rica biodiversidad. En el corazón de este país se encuentra un destino insólito que parece salido de un cuento de hadas: Sable Island. Esta joya natural, ubicada a 290 kilómetros al sureste de Halifax, Nueva Escocia, es una "media luna delgada de arena movediza" con 42 kilómetros de largo. Es conocida por su población de caballos salvajes que viven libremente en la isla.
Un Encuentro con la Naturaleza Salvaje
Sable Island es hogar de una manada itinerante de 500 caballos salvajes, que han habitado la isla desde el siglo XVIII. Sin intervención humana, estos majestuosos animales se han adaptado y florecido en este entorno único.
La Ley de Parques Nacionales de Canadá y las Regulaciones de Vida Silvestre protegen a esta manada, lo que significa que los caballos son verdaderamente salvajes y su supervivencia depende de una "intervención mínima". Los visitantes pueden admirarlos desde una distancia segura de 20 metros, sin interacciones cercanas.
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Más que Caballos: Naturaleza Asombrosa y Reliquias Históricas
La experiencia en Sable Island no se limita a los caballos salvajes. Los visitantes también pueden presenciar la "colonia de cría de focas grises más grande del mundo". Estos magníficos mamíferos marinos encuentran refugio en las costas de la isla, brindando un espectáculo inolvidable.
Además de la fauna, la isla cuenta con impresionantes caminatas a través de sus dunas ondulantes. Los amantes de la botánica se maravillarán con la presencia de especies como orquídeas y arándanos, que prosperan en este ecosistema único.