“Pinto de la misma manera como ciertas personas escriben su autobiografía. Las pinturas, terminadas o no, son las páginas de mi diario”. A casi 40 años de su muerte, aún podemos explorar y entender un poco más sobre la vista del artista y genio español Pablo Picasso (1881-1973) a través de su máximo legado: sus preciadas obras, que hoy llegan desde Francia a Toronto a través de la muestra “Picasso: Masterpieces from the Musée National Picasso”, que se exhibirá hasta el 26 de agosto en el Art Gallery of Ontario ( AGO).
Se trata de 147 obras de la colección privada de uno de los mejores artistas del siglo 20 que revelan su particular visión del mundo y encarnan sus respuestas profundas. La muestra pone al descubierto la belleza y las ansiedades de su tiempo, los horrores de la guerra, así como sus pasiones personales, deseos y temores.
Pablo Picasso nació en Málaga ( España) en 1881 y fue uno de los creadores del movimiento cubista. Desde sus primeras palabras, que fueron “piz, piz” (corto para lápiz) el arte ya era parte de su destino. Podía dibujar antes de hablar, pintaba como un viejo maestro cuando aún era adolescente, y a la edad de 30 ya había tomado París -el centro del mundo artístico- como una tormenta. Pintó más de 2 mil obras y abordó también el grabado, la ilustración de libros, la escultura, la cerámica y el diseño de escenografía y vestuario para montajes teatrales.
En la exhibición, abierta al público desde comienzos de mayo, podrás ver las piezas que el artista escogió guardar para sí mismo para definir su legado artístico. La muestra itinerante– que solo será exhibida en Toronto- incluye paradas en Madrid, Abu Dhabi, Tokyo, Helsinki, Moscow, St. Petersburg, Richmond, V.A., San Francisco y Sydney, Australia.
Las obras de Picasso son exhibidas cronológicamente, abarcando prácticamente todas las fases de la carrera radical y diversa del maestro. En la sala número 1, verás las primeras obras del artista que a los 19 años visitó por primera vez París, quedando encantado con las diferentes corrientes artísticas ( Impresionismo, Post- Impresionismo y Simbolismo) , radicándose aquí en 1904. Durante esta fase de su carrera , pintó diferentes temáticas en colores específicos: en su Período Azul (1901-1904) el color azul domina la gama cromática de sus pinturas, en el que se describen temas como la soledad de los niños, la prostitución, la miseria, entre otras desventuras de la vida. La muerte de Casagemas y Celestina: La Mujer de un solo Ojo, son algunas de las obras representativas de este época. Su período Rosa, en tanto, se distingue por el uso de colores pastel y tonos cálidos, de líneas suaves y delicadas, con un especial énfasis sobre la línea y el dibujo, más que sobre el color. La pobreza y dureza de la vida de los artistas de circo y saltimbanqui, sus nuevos temas, aportaron un nuevo lirismo a sus cuadros. Pintó máscaras, arlequines, domadores y payasos. Los Dos Hermanos es un ejemplo muy característico de este periodo.
Entre 1906 y 1909, se empieza a gestar lo que posteriormente se conocerá como cubismo. Picasso entra en contacto con el arte no occidental ( piezas africanas y oceánicas) y comienza a experimentar en el dibujo y en la pintura. En este periodo es cuando pinta Tres Figuras debajo de un Árbol y las Damiselas de Avignon ( esta última se encuentra en el MOMA de Nueva York) con un nuevo estilo que sentó el camino al cubismo.
En 1909, Picasso comenzó a trabajar con el artista francés Georges Braque y juntos, produjeron seguramente la más grande innovación significativa en la pintura moderna: el cubismo, la cual se caracteriza por la utilización de formas geométricas, como los cubos, triángulos y rectángulos. Sus experimentos en pintura, collage y escultura revolucionaron el arte europeo, trabajos únicos nunca antes vistos. La muestra del AGO reúne ejemplos de sus obras de este periodo, incluyendo Sacré Coeur, Hombre con Guitarra y Violín.
Durante la Primera Guerra Mundial, Picasso viajó a Italia y al sur de Francia por primera vez. Motivado por sus experiencias de arte en la vieja Roma y Pompeya – y tal vez movido por el deseo de postguerra de estabilidad y orden- retorna a los clásicos. De este período es la famosa obra Dos Mujeres Corriendo en la Playa , cuyas pinturas con figuras infladas parecían lo contrario al llamado cubismo. Su nueva vida más casera también inspiró las tiernas imágenes de su señora, Olga Khokhlova y los retratos juguetones de su hijo Paulo.
El sentido de bienestar que infundió sus imágenes tempranas de la vida familiar desaparecieron en la última mitad de los años 20. Buscando nuevas maneras de expresar sus ansiedades sobre las tensiones en casa, Picasso fue influenciado por el nuevo movimiento surrealista liderado por Andre Breton. El Beso es un ejemplo de este período surrealista. Para probar que era tan buen escultor como pintor, creó una serie de enormes cabezas de bronze, con sugestivas formas en 3D.
1930 fue una época turbulenta para Picasso: se separó, tuvo una hija con su amante, luego se relacionó con la fotógrafa Dora Maar y, por primera vez en su carrera, dejó de pintar por unos nueve meses entre 1935 y 1936. El estallido de la Guerra Civil Española en 1936 perturbaron al artista, y su enorme pintura Guernica expresa justamente su ira sobre el bombardeo de la villa vasca por nacionalistas del ala izquierda en 1937. Maar fotografió a Picasso en varias ocasiones en su casa y en su estudio, donde se revela la evolución de esta pintura, la que se puede ver en esta colección.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Picasso continuó trabajando en su estudio en París. Símbolos de la muerte, en especial el de un cráneo, impregnó su trabajo durante este tiempo, capturando la tensión y la atmósfera incierta. La muestra del AGO reúne una serie de esculturas creadas durante la Segunda Guerra Mundial, incluyendo Cabeza de Toro, Cabeza de Muerte y La Cabra.
El último período va de 1950 a 1972, donde, rodeado por los soleados alrededores del sur de Francia y sus dos hijos, produjo trabajos que reflejaban una perspectiva más juguetona y alegre Picasso trabajó sobre estilos en los que había sido pionero en sus días anteriores, particularmente el cubismo. Miró atrás a los grandes artistas que lo inspiraron, creando variaciones de obras maestras de Delacroix, Velázquez y Manet, una forma tanto de rendirles tributo como de confirmar su poder como pintor y asegurar su lugar en la historia del arte. En el AGO podrás ver a Los Bañistas, una serie de seis esculturas de tamaño real creadas durante un verano en Cannes y El Matador, el famoso autoretrato pintado en 1970, tres años antes de su muerte.
La exposición también destaca las pinturas de Picasso de sus musas y amantes, incluyendo Retrato de Olga en un sillón, que presenta a la bailarina rusa y primera esposa de Picasso sentada en un tapiz español con el fondo dejado a propósito sin terminar. La fotógrafa surrealista francesa Dora Maar, quien inspiró a su serie " La Llorona", también tiene un lugar destacado, al igual que Jacqueline Roque, segunda esposa de Picasso y su musa más pintada, representada en la obra Jacqueline con las Manos Cruzadas.
No te pierdas la oportunidad única de ver las obras de este genio que con sus nuevos estilos cambió por siempre el curso del arte moderno.
Más información: www.ago.net/picasso
Publicado: 17 de mayo, 2012.
Texto: Andrea Sagues.