La decimotercera edición del festival Inti Raymi ya está lista para llenar de música, colorido y mucho sabor latinoamericano el parque Christie Pits los días 22 y 23 de junio en una ceremonia que evocará a la unidad latinoamericana con la celebración del solsticio, tan venerado pera la cultura inca, y además servirá para recaudar fondos para la "Caravana de la Esperanza", con la que el padre Hernán Astudillo obra sus particulares "milagros".
El religioso ecuatoriano, residente en Toronto, conversó con TorontoHispano.com y aseguró que el festival de Inti Raymi, organizado por la comunidad de la parroquia de San Lorenzo, ya se ha convertido en toda una tradición que este año espera "la visita de más de 25.000 personas".
El acto central de este Inti Raymi celebrado en Toronto será una marcha por la paz que discurrirá entre la iglesia de San Lorenzo y el Christie Pits Park en la que tomarán parte entre 500 y 1.000 personas.
"Con esta celebración queremos globalizar la cultura de la paz", expresa el padre Hernán, quien cada año destina los fondos recogidos de la venta de comida durante el festival a su iniciativa solidaria de la "Caravana de la Esperanza", cuya misión es hacer llegar ambulancias a las zonas y poblaciones más desfavorecidas de América Latina.
"Para ello tendremos los platos más ricos desde Chile hasta México, con mucha variedad: empanadas, papa a la huancaína y mucho más. Abarcaremos todo el espectro gastronómico de Latinoamérica, acompañado de mucha música gracias a la participación de más de 40 grupos locales y la visita del grupo Los Guaraguao de Venezuela", comenta.
El padré Hernán explica que así obran el milagro de llevar ayuda humanitaria a las regiones más desfavorecidas del continente a pesar de ser "probablemente la iglesia más pobre de Canadá".
Sin ir más lejos, el párroco ecuatoriano llegó a Toronto hace dos días desde su país natal, donde realizó la entrega de dos ambulancias que llegaron a comunidades de la selva ecuatoriana, "donde es muy difícil hacer llegar la asistencia sanitaria".
"El primer milagro llegó cuando un niño se estaba muriendo de pulmonía y una de nuestras colaboradores agarró la ambulancia y consiguió llevarlo hasta el centro médico más cercano. Ahora el niño está de nuevo jugando al balón en la calle", relata el padre Hernán.
De esa forma, "la Caravana de la Esperanza" enviará próximamente otras dos ambulancias a Guatemala y una de ellas irá destinada a las iniciativas solidarias que encabeza la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú.
