(Foto: perrylake_cottages_algonquin)
El invierno en Ontario se traduce en la apertura de un espectáculo visual único. Aquellos que desafíen las temperaturas bajo cero serán recompensados con paisajes invernales impresionantes, destacando entre ellos las cascadas heladas y las cuevas de hielo que transforman la provincia en un verdadero paraíso invernal.
Aunque el Lago Superior se lleva la corona como el destino principal para estas maravillas, este año, una opción más accesible se presenta en las cuevas de hielo a lo largo del lago Sand, cerca de la ciudad de Kearney.
Ubicadas estratégicamente a unas tres horas y media de Toronto, estas joyas naturales se encuentran en el extremo este del sereno lago, bordeando el Parque Algonquin a lo largo del sendero AL 301. A pesar de la distancia de aproximadamente 18 kilómetros, el viaje hacia este rincón invernal se convierte en una experiencia única al optar por recorrer el trayecto en una moto de nieve.
Para aquellos que desean aventura pero no poseen su propio equipo, opciones de alquiler como Back Country Tours facilitan la exploración, e incluso se ofrecen servicios de entrega en Sand Lake Cottages and Inn, permitiendo a los visitantes sumergirse en la belleza invernal con comodidad.
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