Los métodos de depilación son tan variados y tan diversos como las personas mismas. No es de extrañar entonces que haya mucha disputa por determinar cuál podría ser el mejor o más efectivo y para eso se deben tener en cuenta varios aspectos los cuales determinarán que tipo de técnica termina aventajando a las demás. Lo único en que quienes recurren a estos procesos coinciden es que no les gusta ver esa cantidad de vello cubriendo distintas partes del cuerpo.
La realidad es que depilarse termina siendo engorroso, costoso o poco práctico, de ahí la importancia de determinar cuál es el más efectivo para todas las personas.
Afeitar
Comencemos por el clásico y básico. La afeitadora fue por muchos años el cómplice de aquellos que querían deshacerse de los molestos vellos, pero con la aparición de nuevos métodos y nuevas técnicas, la navaja entró un poco en desuso. Actualmente sigue siendo una de las más usadas, pero el riesgo de un corte, el peligro de una higiene inadecuada y las consecuencias como irritación, hacen que sea una de las maneras menos recomendables.
Cera
Fue el paso siguiente en el mundo de la depilación. Este método tomó muchísima popularidad a principios de los 90s, e incluso hoy en día también se practica. Entre sus desventajas resaltan la posibilidad de quemaduras y lo engorroso del método pues para hacerlo desde casa se necesita los elementos específicos para el proceso (como la cera, el recipiente para derretirlo, las vendas y demás).
Crema depiladora
En la lucha por el mejor método para depilación entra la crema depiladora, una opción más nueva que también tomó mucha popularidad. Esta práctica deja un mejor resultado que el afeitado porque contiene elementos químicos que deshacen el cabello. El problema es eso mismo pues esos químicos pueden ocasionar problemas en tu salud. Además es poco eficiente pues se debe estar realizando cada semana.