Cuando la navidad se acerca los voluntarios de la Fundación Doña Luz se convierten en una suerte de ayudantes de Santa Claus y trabajan arduamente para recaudar juguetes para niños de escasos recursos, así como dinero que será donado para mejorar la calidad de vida de estos pequeños angelitos que viven en Ventanilla, uno de las ciudades con más pobreza en Perú.
El objetivo de la Fundación Doña Luz es ayudar a niños y niñas con necesidades especiales, que no cuentan con los suficientes recursos económicos para solventar sus terapias y tratamientos. A continuación te presentamos la historia de Daysi, una niña que se ha convertido en el símbolo de la Fundación Doña Luz.
Parece que lo que define a la pequeña Daysi Sinarahua es que siempre empieza a hacer las cosas antes de tiempo. Una niña prematura que nació a los ocho meses en un pueblo de Yurimaguas, en la amazonía peruana. Al año y medio, Daysi ya contaba hasta diez sin problemas, a los dos años recitaba el abecedario completo. Para los cuatro años y medio aprendió a leer.
Ahora, con seis años de edad, Daysi es una estudiante de primer grado de primaria en un colegio de Ventanilla. Una niña que disfruta de las clases y se lleva bien con todos los compañeros de su curso. Como toda niña de su edad, a Daysi le fascina las películas de Disney, y le encanta jugar con sus muñecas.
También le gusta cantar, nadar y bailar, la música de Ricky Martin y Madonna; Daysi hace las mismas cosas que cualquier pequeña de su edad. Excepto porque no puede moverse con normalidad, ella sufre de una enfermedad que mantienes sus músculos demasiado rígidos y eso le dificulta de sobremanera poder desplazarse, por lo que tiene que hacerlo en una silla de ruedas o con ayuda de un andador.
Debido a que Daisy nació antes de tiempo, durante su primer mes de vida estuvo en una incubadora donde sufrió una parálisis cerebral, esto le generó una diplejía espástica, enfermedad que afecta su motricidad. Este fue el diagnóstico que recibió en el Hospital de Rehabilitación Vigil, desde entonces, su mamá – quien es padre y madre para Daisy – trabaja lavando ropa y limpiando casas para mantener a su pequeña hija.
UNA NIÑEZ FELIZ
“Quiero que Daysi recuerde su niñez con felicidad y que tenga recuerdos completos”, dice su mamá quien afirma que nunca la he tenido en una burbuja, la niña siempre esté haciendo actividades y esté rodeada de gente.
La Presidenta de la Fundación Doña Luz quien dice que la rehabilitación física también depende de la parte psicológica. "Yo tengo un hijo especial y lo llevamos a la playa, al cine, disfrutamos del aire libre", comenta.
Ahora lo que Daisy espera con ansias es poder aceder a una operación, una Rizotomía, que consiste en una intervención a la columna que ayudará a que sus músculos no se recojan, lo cual podría ayudarla a movilizarse con muletas, y que necesite de muchas menos operaciones a futuro. Definitivamente esto mejoraría considerablemente la calidad de vida de la menor.
Mientras espera la operación, que podría ocurrir en este 2016, Daisy seguirá rehabilitándose con sus sesiones de kinesiterapia, terapia acuática e hipoterapia. La Fundación Doña Luz se ha comprometido en seguir luchando, batallando y logrando victorias en su caminar. La fundación tiene el compromiso de regalarle 10 sesiones semanales a las que Daysi asistirá en un centro médico y/o en su domicilio.
