Sin importar cuál sea el tipo de proyecto de renovación que tengas en mente, es esencial que tomes en cuenta estos consejos para colocarte en la posición de tu contractor o especialista en remodelación. De esta forma, podrás entender mejor qué cosas debes evitar para no complicarle su trabajo y para que los resultados sean eficaces para ti, pues se trata de tu hogar y deseas lo mejor de él.
No demores tus decisiones
Si quieres que tu remodelación salga bien, lo mejor que puedes hacer es tomar cada decisión antes de que se comience a hacer el trabajo. Un buen constructor puede explicarte la lista de situaciones que pueden surgir en el proyecto, pero las decisiones que se tomen sobre estas situaciones no suelen ser las que causan demoras.
De hecho, la mayoría de los problemas suelen relacionarse a decisiones sobre cosas que parecen más pequeñas como la selección de pintura, grifos y adornos. Aunque esto no parezca gran cosa, suele ser suficiente para que los trabajadores en la remodelación tengan que reprogramar todo el proyecto y retrasar los resultados.
No hagas que la indecisión sea tu principal excusa
Aunque es inevitable que cambies de opinión sobre algo en tu proyecto, recuerda que cada vez que cambias de opinión, se producirá una orden de cambio. Si bien esto puede parecer algo menor, siempre hay costos adicionales, incluso si es solo el tiempo dedicado a analizar esta orden.
De igual forma, el cronograma del resto de los trabajos a realizar en el proyecto puede verse afectado también. Todos los que trabajan en el proyecto deben estar informados del cambio para que nadie esté trabajando en vano. Es normal que surjan cambios, solo ten en cuenta que muchos cambios repentinos dan la posibilidad de interrumpir y retrasar el trabajo.