(Fotos: ArthurHidden)
En la columna de la semana pasada hablé sobre situaciones en las que alguien que hizo un trámite de patrocinio no cumplió con uno de los requisitos, como es que todos los miembros dependientes de la familia vengan o no a Canadá, se hagan los exámenes médicos. Esto porque una sección de la ley migratoria canadiense claramente excluye a un dependiente si no pasó los exámenes médicos en el momento en que el solicitante principal hizo su trámite.
En la columna de hoy voy a hablar sobre esta misma temática, pero específicamente con relación a las parejas, porque esta sección de ley también afecta a las parejas.
Hay situaciones en las que generalmente jóvenes que están siendo patrocinados por sus padres, o que están incluidos en la solicitud como dependientes de sus padres, están enamorados en su país de origen, tienen una relación, y su pareja se empieza a preocupar y deprimir porque su amado o amada está por inmigrar a Canadá.
Aquí hay que notar que para que un hijo pueda ser incluido en una solicitud o pueda ser patrocinado como hijo dependiente, debe tener menos de 22 años de edad, no puede estar casado y tampoco puede encontrarse en una relación en unión libre. Si está casado o en este tipo de relación, ya no es considerado dependiente.
El problema es que en situaciones como estas donde los jóvenes tienen una relación amorosa, hemos visto con mucha frecuencia que para tranquilizar a la pareja que se queda en el país de origen se casan y no le dicen nada sus padres ni al Departamento de Inmigración. La idea de ellos generalmente es que tan pronto como lleguen a Canadá y obtengan su residencia permanente, van a patrocinar a la pareja que dejaron.
Pero este tipo de situaciones se complica por dos razones.
La primera es porque hubo declaraciones fraudulentas al Departamento de Inmigración, las cuales ocasionaron que el Oficial de Inmigración llegara a una decisión incorrecta. Porque si el oficial hubiera sido informado, tal y como es requerido por la ley, de que hubo un cambio en el estado civil del joven dependiente, inmediatamente tendría que haberlo quitado de la solicitud de patrocinio y no hubiera procedido a entregarle la visa de residente permanente.
Sin embargo, si no se declara esta información, esto es considerado como declaraciones falsas dado que la ley establece que se tiene informar sobre estas situaciones antes de que la persona llegue a Canadá y sea registrado como residente permanente.
La segunda razón es porque la sección 117 subsección 9 subsección ‘d’ de la Ley de Inmigración también aplica a estos casos. Por lo que, dado que en el momento en que el joven estaba haciendo su trámite para su residencia permanente para venir a Canadá con su familia él ya tenía su dependiente y esa persona no se hizo los exámenes médicos como es requerido por ley, esa persona nunca va a poder ser patrocinada como miembro de la familia.
Es decir entonces que aquí se presentan concretamente dos problemas: uno, que no va a poder patrocinar a su pareja porque ya no es considerada miembro de la clase familiar, y dos, que la persona que obtuvo la residencia permanente, en este caso de forma fraudulenta, en el momento en que presente una solicitud de patrocinio va a disparar automáticamente una investigación que va a resultar en que un oficial de Inmigración determine que no se le debería haber dado la residencia permanente porque era casado y por lo tanto no era un hijo dependiente. Y esto con seguridad va a resultar en que esa persona pierda su residencia permanente.