Esta semana, el Ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá, Sean Fraser, anunció cambios al programa de supervisa, que es específicamente para padres y abuelos de residentes permanentes y de ciudadanos canadienses. El ministro dijo que se va a facilitar el ingreso de los padres y los abuelos por cinco años, es decir que van a poder estar como visitantes en el país durante cinco años seguidos, y cuando estén por terminar los cinco años podrán pedir una extensión por dos años más, lo cual significa que podrán permanecer en el país como visitantes por siete años en total.
El ministro dijo que esto lo van a hacer para ayudar a la reunificación familiar, para que los padres y abuelos puedan quedarse con su familia dentro del país, aunque sea de forma temporal.
Otro cambio que anunció es que los padres y abuelos, que tienen que sacar un seguro de salud como parte de los requisitos para obtener esta supervisa y antes solamente lo podían sacar con compañías de seguros canadienses, ahora el gobierno va a seleccionar compañías en el extranjero y los padres y abuelos van a poder sacar sus seguros en su país de origen, que se supone van a ser un poco más baratos o menos costosos. El costo de estos seguros es de aproximadamente 5,000-6,000 dólares anuales.
Ahora bien, los requisitos para poder obtener una supervisa siguen siendo exactamente los mismos, no ha habido cambios. Los padres o abuelos tienen que recibir una carta de invitación por parte del hijo, hija o nieto que es ciudadano canadiense o residente permanente, y quien invita tiene que ganar una cierta cantidad de dinero de acuerdo con los números que da el gobierno anualmente. Esto es para asegurarse que la familia gane suficiente dinero para mantenerse sobre el nivel de pobreza, y son los mismos números que se usan para inmigración.
El monto de dinero que tiene que ganar quien invita se calcula de acuerdo con el número de miembros de la familia que tenga, más el padre, abuelo o la pareja que venga. Quien invita tiene que proveer pruebas de sus ingresos, similar a lo que se usa para hacer un patrocinio, así, debe tener cartas de empleo y declaraciones de impuestos del año anterior, etc., para demostrar que gana lo suficiente. Por otro lado, los visitantes tienen que hacerse los exámenes médicos antes de poder venir, y también deben obtener el seguro, ya sea comprado a una compañía de seguros canadiense o una de su país de origen.
Todo esto me recuerda muchísimo a lo que sucedió en el año 2011, que fue cuando el entonces Ministro de Inmigración del Partido Conservador, Jason Kenny, anunció la creación de la supervisa. Recuerdo que primero hizo el anunció de la supervisa y todo el mundo quedó super contento porque los padres y abuelos iban a poder venir y quedarse durante dos años seguidos como visitantes, pero inmediatamente después anunció la cancelación de los patrocinios para la residencia permanente de padres y abuelos por dos años, y después de los dos años presentó cambios radicales al programa que básicamente hicieron y continúan haciendo muy difícil para la clase trabajadora, que no tiene muchos recursos, poder patrocinar a sus padres y abuelos para la residencia permanente.
Los cambios que se hicieron en ese momento fueron que para patrocinarlos, un ciudadano canadiense o residente permanente debía demostrar ciertos ingresos, no por un año como era anteriormente, sino por tres años, y no la cantidad de dinero de acuerdo con los números que da el gobierno anualmente,
sino que ese monto por cada año más el 30%. Es decir, lo aumentaron muchísimo más.
La justificación que dio en ese momento el gobierno Conservador fue que los padres y abuelos costaban muchísimo dinero al sistema de salud. La realidad, y ésta es mi opinión, es que lo que intentaron hacer y lo que continúan tratando de hacer es detener la entrada de padres y abuelos porque consideran que son una carga para el gobierno, porque tenemos un problema con una población de adultos mayores muy alta, y sabemos que en los próximos cinco años se va a pensionar alrededor del 20% de la fuerza laboral canadiense. Y seguimos con esta idea de que los padres y abuelos no van a aportar mucho a la economía canadiense.