(Fotos: Drazen Zigic)
Hace pocas semanas, el Ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá, Sean Fraser, anunció el reinicio del Programa de Patrocinio para Padres y Abuelos, explicando que básicamente se enviarían invitaciones para que puedan patrocinar únicamente a las personas que hicieron su solicitud en el 2020, dejando por fuera a miles de interesados.
Esto ha llevado a que en mi oficina no paren las llamadas y consultas pidiendo información sobre cómo se puede obtener la Supervisa, ya que esta es la alternativa que le queda a aquellas personas que quieren traer a sus padres y abuelos pero que no los pueden patrocinar debido al anuncio hecho por el ministro Fraser.
Aprovecho este repentino aumento del interés en la Supervisa para explicar nuevamente los requisitos y procedimientos para poder obtener esa visa especial que le permite a un padre o abuelo permanecer como visitante en suelo canadiense por un periodo de hasta siete años seguidos.
Hace varios meses el ministerio de inmigración de Canadá justamente anunció que se iba a facilitar el ingreso de los padres y los abuelos por cinco años, es decir que van a poder estar como visitantes en el país durante cinco años seguidos, y que cuando estén por terminar los cinco años podrán pedir una extensión por dos años más, lo cual significa que podrán permanecer en el país como visitantes por siete años en total.
El ministro dijo que esto lo iban a hacer para ayudar a la reunificación familiar, para que los padres y abuelos puedan quedarse con su familia dentro del país, aunque sea de forma temporal.
Otro cambio que anunció es que los padres y abuelos, que tienen que sacar un seguro de salud como parte de los requisitos para obtener esta supervisa y que antes solamente lo podían sacar con compañías de seguros canadienses, ahora el gobierno va a seleccionar compañías en el extranjero y los padres y abuelos van a poder sacar sus seguros en su país de origen, que se supone van a ser un poco más baratos o menos costosos. El costo de estos seguros es de aproximadamente 5,000-6,000 dólares anuales.
Ahora bien, los requisitos para poder obtener una supervisa siguen siendo exactamente los mismos, no ha habido cambios. Los padres o abuelos tienen que recibir una carta de invitación por parte del hijo, hija o nieto que es ciudadano canadiense o residente permanente, y quien invita tiene que ganar una cierta cantidad de dinero de acuerdo con los números que da el gobierno anualmente. Esto es para asegurarse que la familia gane suficiente dinero para mantenerse sobre el nivel de pobreza, y son los mismos números que se usan para inmigración.
El monto de dinero que tiene que ganar quien invita se calcula de acuerdo con el número de miembros de la familia que tenga, más el padre, abuelo o la pareja que venga. Quien invita tiene que proveer pruebas de sus ingresos, similar a lo que se usa para hacer un patrocinio, así, debe tener cartas de empleo y declaraciones de impuestos del año anterior, etc., para demostrar que gana lo suficiente. Por otro lado, los visitantes tienen que hacerse los exámenes médicos antes de poder venir, y también deben obtener el seguro, ya sea comprado a una compañía de seguros canadiense o una de su país de origen.
Todo esto me recuerda muchísimo a lo que sucedió en el año 2011, que fue cuando el entonces Ministro de Inmigración del Partido Conservador, Jason Kenny, anunció la creación de la supervisa. Recuerdo que primero hizo el anunció de la supervisa y todo el mundo quedó super contento porque los padres y abuelos iban a poder venir y quedarse durante dos años seguidos como visitantes, pero inmediatamente después anunció la cancelación de los patrocinios para la residencia permanente de padres y abuelos por dos años, y después de los dos años presentó cambios radicales al programa que básicamente hicieron y continúan haciendo muy difícil para la clase trabajadora, que no tiene muchos recursos, poder patrocinar a sus padres y abuelos para la residencia permanente.