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Las cuentas registradas difieren el pago de impuestos, acumulan inversiones y generan ingresos libres de impuestos durante la vida de una persona. Además, las cuentas registradas también brindan ventajas para la sucesión.
Las cuentas registradas comunes son los Planes de Ahorro para la Jubilación Registrados (RRSP, por sus siglas en inglés), los Fondos de Ingreso de Jubilación Registrados (RRIF, por sus siglas en inglés) y las Cuentas de Ahorro Exentas de Impuestos (TFSA, por sus siglas en inglés).
En Ontario, el Impuesto de Administración de Sucesiones (EAT, por sus siglas en inglés), también conocido como la tarifa de probate, es pagadero por el albacea de una sucesión en función del valor de todos los activos del fallecido al momento de la muerte.
Actualmente, el EAT es aproximadamente del 1.5% sobre el valor de la sucesión en exceso de $50,000. Las cuentas registradas con un beneficiario designado pasan directamente al beneficiario y no están incluidas en el valor de la sucesión del fallecido. No se paga EAT sobre la cantidad en esas cuentas. Si no se nombra un beneficiario, entonces la cantidad total en la cuenta estará sujeta al EAT.
Un testador, la persona que está haciendo el testamento, puede designar un beneficiario de una cuenta registrada ya sea por testamento o firmando una designación de beneficiario proporcionada por la institución financiera que posee la cuenta registrada.
Sin embargo, según el artículo 51(2) de la Ley de Reforma de Sucesiones, una tal designación en un testamento es efectiva solo si nombra la cuenta registrada.
Según el artículo 52(2), en caso de existir alguna inconsistencia en las designaciones, por ejemplo, personas diferentes designadas en un testamento y en la cuenta registrada, la designación más reciente revocará la designación anterior. Un testador puede designar múltiples beneficiarios o beneficiarios alternativos.