El fin de semana pasado participé en la Conferencia Nacional de la Asociación Canadiense de Consultores Profesionales de Inmigración que se realiza todos los años. Mi participación fue como asistente, pero también cómo conferencista en uno de los paneles que se desarrollaron en el encuentro, junto con un abogado y un director de educación, hablando sobre sobre el tema de dar declaraciones fraudulentas a cualquiera de las dependencias del Departamento de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá.
La conferencia se realizó en la ciudad de Vancouver y duró dos días, y es muy importante porque en ellas siempre participan los profesionales más destacados en los distintos temas migratorios, y también porque se hacen presentes los representantes de las distintas áreas del gobierno, como por ejemplo, de ciudadanía, del programa de la clase económica, de refugio y de las áreas tecnológicas, quienes brindan información sumamente importante para el trabajo migratorio.
Esto nos permite estar siempre al día con todo lo que está sucediendo con inmigración y refugio ya que llegan los representantes del Consejo de Inmigración y Refugio, que es la organización umbrela donde tenemos el Consejo de Protección al Refugiado, las Apelaciones de Refugio, la División de Inmigración, las Apelaciones de Inmigración, etcétera.
Ese es el momento esperado por todos los profesionales para poder obtener información reciente. Y también, porque para mantener nuestra licencia como profesionales necesitamos tener por lo menos 16 horas anuales de actualización en la materia, y en esta conferencia uno adquiere todo el puntaje que se necesita para poder mantener la licencia.
Como decía al principio, yo participé como conferencista en uno de los paneles y hablé sobre la problemática que se presenta cuando un cliente da declaraciones fraudulentas en su proceso migratorio, que en términos migratorios se conoce como “tergiversación” (misrepresentation).
Este ha sido un tema súper preocupante desde el año 2002, cuando el gobierno decidió cambiar la penalización de una persona que da declaraciones fraudulentas y la aumentó de dos a cinco años, de no poder hacer ningún trámite migratorio.
Lo que plantee es que uno de los problemas que se da aquí es que no hay una escala en términos del tipo de declaración fraudulenta que una persona da. Porque, por ejemplo, si una persona olvidó decir que le negaron una visa de visitante a los Estados Unidos, le dan un cargo de haber dado declaraciones fraudulentas y lo castigan por 5 años. Y una persona que se olvidó decir que ha cometido un crimen y que estuvo preso por dos o tres años, recibe también exactamente el mismo cargo de haber dado declaraciones fraudulentas y también se le penaliza por 5 años.
Esta situación es sumamente injusta porque la ley no distingue entre el haber mentido abiertamente para ocultar un hecho o simplemente haberse olvidado de un dato. Y hay situaciones también, por ejemplo, donde toda una familia pide una visa para Canadá, y en ese momento había un niño de 5 o 6 años. Por supuesto son los padres quienes hicieron la solicitud para el niño y olvidaron decir que en alguna ocasión les habían negado una visa de visitante a los Estados Unidos.
Luego, el niño a acreció, tiene ahora 25 años y hace una solicitud de visa para venir a Canadá, y en la sección de preguntas le cuestionan si alguna vez se le ha negado admisión a Canadá o a cualquier otro país, y el joven pone que no, porque en realidad no sabía. El resultado es que este joven va a ser acusados de dar declaraciones fraudulentas y va a ser penalizado por 5 años.
Esto definitivamente es injusto, y los otros dos expositores coincidieron con mi planteamiento, y planteamos que debería de haber algún tipo de escala en esta legislación, y que dependiendo del tipo de omisión que hizo la persona al llenar los formularios, dependiendo de la gravedad de la omisión, así debería ser la penalización. Porque no se puede tratar a todo el mundo de la misma manera.