Comprar una casa es un hito importante en la vida, y es fundamental tener en cuenta varios factores cruciales para tomar una decisión financiera sólida. Además de buscar la casa de tus sueños, es esencial evaluar tus finanzas y prepararte adecuadamente para el proceso de compra.
Para eso decidimos conversar con Vicky Chiappari, Agente de Bienes raíces en Mississauga, quien nos dio sus mejores consejos y tres factores clave que debes tener en cuenta al comprar tu casa, especialmente si es la primera.
Reporte de Crédito: Tu Pasaporte Financiero
Uno de los primeros pasos que debes dar antes de embarcarte en la búsqueda de tu casa ideal es revisar tu reporte de crédito. Este documento es esencial porque influye en la aprobación de tu hipoteca y en las tasas de interés que te ofrecerán.
La mayoría de los prestamistas, como los Lender A, buscan un puntaje de crédito de al menos 680 puntos para considerar tu solicitud. Tu puntaje de crédito se basa en tu historial de crédito, que muestra cuán responsable has sido al manejar tus deudas y pagos anteriores.
Para mantener o mejorar tu puntaje de crédito, es importante evitar chequeos frecuentes de tu crédito por parte de terceros, pagar tus cuentas a tiempo, mantener bajos los saldos de tus tarjetas de crédito y saldar cualquier deuda pendiente antes de cerrar una cuenta.
Un buen puntaje de crédito puede abrir la puerta a tasas de interés más bajas y opciones de préstamos más favorables, mientras que un puntaje más bajo puede llevar a tasas más altas o incluso a la negación de tu solicitud.
Evaluación de Ingresos: ¿Cuánto Puedes Pagar?
El segundo factor crucial que determinará cuánto puedes gastar en una casa es tu ingreso anual. Los prestamistas evaluarán tu capacidad de endeudamiento en función de este factor, utilizando dos relaciones clave: el Índice de Servicio de Deuda Bruta (GDS) y el Índice de Servicio de Deuda Total (TDS).
El GDS tiene en cuenta tus pagos de hipoteca, impuestos a la propiedad, costos de calefacción y otros gastos relacionados con la vivienda, y debe ser inferior al 35% de tu ingreso anual. El TDS incluye gastos de vivienda, intereses de tarjetas de crédito, pagos de automóviles y otros préstamos, y debe ser inferior al 42% de tu ingreso anual.
Estas cifras son pautas generales, pero pueden variar según el prestamista. Mantener un ingreso estable y equilibrado te ayudará a calificar para un préstamo hipotecario más grande y asequible.