La vida está llena de adversidades, pero muchas veces no nos damos cuenta de que la solución a algunos de nuestros problemas familiares, amicales o de pareja residen en nuestro comportamiento y, por ende, tenemos todo el poder de cambiarlos.
Recientemente conversamos con la terapeuta y coaching en español en Toronto, Jazmín Hernandez quien nos compartió en dos notas anteriores todo acerca de la herida del rechazo y algunos signos sobre la herida del abandono. Para terminar esta serie de artículos decidimos preguntarle acerca de las otras tres heridas de la infancia que son: la de la injusticia, la humillación y la traición.
Es por eso que, en esta nota, te contaremos cómo nacen estas heridas de la infancia, qué es lo que las ocasiona, cómo se manifiestan en nuestra vida adulta, pero lo más importante, cómo sanarlas a través de la terapia transpersonal, la cual puede elevar tu vida a otro nivel y hacerte vivir tus relaciones interpersonales de la mejor manera posible.
Herida de la injusticia
- ¿Cómo nace la herida de la injusticia?
Esta herida se da en personas que han experimentado la frialdad de sus padres y la rigidez de aquellos que no validaban sus opiniones durante la infancia. Los padres buscaban la perfección en ellos, sin permitirles cometer errores.
En el ámbito más cotidiano esto se puede expresar en padres que exigen las mejores notas o el más alto reconocimiento en actividades, siendo muy poco flexibles si sus hijos logran notas aprobatorias o el segundo lugar, ya que ellos necesitan ver en sus hijos la excelencia.
Incluso pueden generarse si los padres no piden notas altas, pero el niño se da cuenta de que estos solo lo alientan y le dan afecto si logran la excelencia, por lo que el hijo tendera a sobre exigirse a sí mismo, para buscar su aprobación.
- Señales de que tienes la herida de la injusticia
La reacción en la adultez para aquellas personas que tienen la herida de la injusticia es que suelen ocultar sus sentimientos y emociones. No se permiten a sí mismos tener errores, se autoexigen en una obsesión por el perfeccionismo que los lleva a desconectarse de su sensibilidad.
En sus relaciones de pareja suelen sentir miedo de equivocarse, tienen dificultad para dar y recibir amor y les resulta muy complicado mostrar afecto. Por otro lado, perciben que no los valoran por su verdadero ser, es decir, suelen expresarlo a través del síndrome del impostor. Por eso suelen pensar que no lo merecen o se sienten mal cuando reciben más de lo que creen merecer.
Herida de la humillación
- ¿Cómo nace la herida de humillación?
En esta herida los padres ridiculizaron o criticaron al niño frente a otras personas y, además, es muy posible que sufriera bullying en la escuela. Es importante recordar que al reprender o educar a los niños, esto siempre se debe hacer en privado, ya que si no sentirán que al ser humillados por sus referentes adultos, también merecen el maltrato de sus pares en el colegio y/o instituto. Todo esto debido a que los padres son los que le tienen que enseñar a los hijos el valor que tienen y, en base a eso, que no deben dejarse dañar por otros.
- Señal de que tienes la herida de la humillación
Su reacción en la adultez con los demás suele mostrarse cuando anulan sus necesidades por salvar o rescatar a los demás, muchas veces sin que la otra persona se lo haya pedido. Para los que tienen la herida de la humillación, su valor como personas se basa en lo que da y no en lo que son.
En sus relaciones de pareja, se suelen colocar en segundo lugar siempre y se siente culpable de su propio sufrimiento Tienden a sacrificarse por su pareja y los complacen para que lo reconozcan.