Elegir donde depositar nuestro dinero no es fácil, hay muchas opciones y en el futuro habrá más. No solo eso, sino que la inflación que asola toda Europa está haciendo que la gente ahorre y piense más en el futuro, no sabiendo qué es lo que vendrá.
Con la guerra en el continente y sin un final a la vista, muchos inversionistas están gastando tiempo y recursos para educarse y enfocarse en los próximos pasos. No hay tantas oportunidades para los inversores de crecimiento como debería, por lo que es fundamental hacer una buena búsqueda para poder elegir dónde y cuándo invertir.
Las tendencias cambian constantemente, pero no solo eso, los perfiles de los inversores son muy variados, mientras que hay algunos amantes del riesgo y otros más cautos, hay también quien apuesta por la tecnología ante todo y apoya a las start-ups, mientras que hay más de uno que por el contrario apuesta por perfiles de empresas más clásicas.
¿Qué es la inversión en crecimiento?
El dinero no siempre vale lo mismo, invertir 100 euros hace diez años, no es lo mismo que hacerlo ahora. El valor cambia, debido a situaciones económicas, sociales, geográficas y políticas. Por otro lado, los inversores también cambian y no siempre tienen que seguir el mismo perfil, pueden ir cambiando sus patrones según van viendo distintas tendencias o según van ampliando su formación.
En el caso de las empresas, tienen a seguir un flujo similar durante toda su vida. Un ciclo marcado por un crecimiento y un declive.
- Lanzamiento: la marca empieza perdiendo dinero, poco a poco va generando más confianza y consiguiendo clientes. Necesita conseguir financiación y crecer.
- Crecimiento: una vez que la empresa está más asentada, sus ingresos pueden ir muy rápido pudiendo generar importantes beneficios al final de esta fase.
- Turbulencias: ahora llega el tiempo del movimiento no deseado, generado en su mayor parte por la competencia. La marca suele no estar 100% sola en el mercado y suele llegar un punto en el que el crecimiento puede llegar a estancarse.
- Madurez: al llegar a este punto lo complicado es mantenerse. Se empiezan a emitir dividendos.
- Declive: es la última parte. En este momento, la empresa no ha sabido (o podido) salir a flote. Esto puede durar décadas, meses o años.
¿Qué oportunidades trae consigo el crecimiento?
El crecimiento aparece en las fases dos o tres. En la fase dos es claro, pero en la fase tres puede haber también crecimiento. A pesar de que la pandemia ha traído consigo grandes cambios, es cierto que no a todos los sectores le ha afectado por igual.
Es importante hacer una buena búsqueda y dar con las empresas que están justo en ese punto. Lo mejor es centrarse en empresas de alto crecimiento. Otra opción es fijarse en como operan los mercados y hacer un análisis exhaustivo para ver qué sectores son los que más están creciendo.
Algo que todos los inversores deberían hacer es poner un ojo en el mercado nacional y otro en el mercado global, es decir. Hoy en día el mundo está muy globalizado y hay empresas que están funcionando muy bien de manera local y que, desde luego, son una gran ventaja para todos aquellos que necesitan poner sus ahorros en empresas más cercanos a ellos.
Otro punto es fijarse en las caídas, analizar la empresa que se quiera y ver si ha tenido caídas muy pronunciadas y como han sido las recuperaciones. Ver el grado de mejora de una marca dice mucho sobre ella.
Cómo gestiona una empresa su periodo de crecimiento es clave y esencial para ver cómo evoluciona. Saber administrar los éxitos y los fracasos, ver qué sí y qué no, qué cambiar y qué dejar no es algo que sepan hacer todas las empresas, y mucho menos si no se rodean de grandes profesionales del sector.