Vivir felizmente implica sonreír mucho, y al presentar la sonrisa al mundo queremos que nuestra boca y nuestros dientes tengan la mejor apariencia posible. Es por esto que quizás hayas buscado alguna u otra forma de mantener tus dientes blancos y, aparte del consejo médico dental, te hayas topado con algún consejo un tanto inusual para el blanqueamiento de tus dientes.
Algunas de estas técnicas caseras pueden ser más dañinas de lo que parecen, y profesionales de la salud dental han advertido en contra de usar y abusar de métodos que no han sido comprobados ya que suelen tener efectos inesperados en tus dientes.
A continuación, te nombramos unos cuantos métodos caseros que se han vuelto populares con alternativas más seguras de su uso.
Consejo casero: Bicarbonato de sodio.
Alternativa: Enjuague bucal.
Muchos aconsejan el uso de bicarbonato de sodio como un agente capaz de eliminar las impurezas que dejan mancha en el esmalte dental. Sin embargo, varios odontólogos aconsejan en su contra ya que, además de no ser efectivo para el blanqueamiento, suelen perturbar la flora bacteriana que, créalo o no, es necesaria para su salud bucal.
Una alternativa aconsejable al bicarbonato sería el uso de enjuagues bucales con capacidades blanqueadoras que han sido probados contra agentes dañinos para la boca. De esta forma no sólo se mantienen los dientes blancos, sino que se evita la caries y se preserva la higiene bucal.
Consejo casero: Cáscaras de naranja/limón.
Alternativa: Tiras blanqueadoras.
Conocimientos anecdóticos sugieren que la parte blanca en cáscaras de cítricos como la naranja o el limón tienen un efecto blanqueador en los dientes si son frotadas regularmente durante un largo plazo de tiempo. Mientras esto bien puede ser cierto, también es sabido que los frutos cítricos contienen ciertos ácidos que tienden a deshacer la superficie de los dientes y causar problemas a largo plazo.