Cuando planeas adquirir una vivienda en Canadá, es crucial considerar la hipoteca necesaria para financiarla. Muchos piensan en los créditos bancarios al hablar de hipotecas, pero existen diversas opciones que revisaremos hoy de la mano de William Batres Franco, Asesor Hipotecario en Ontario.
Además, exploraremos las ventajas y desventajas de cada opción para que puedas tomar una decisión informada.
¿Qué es un crédito hipotecario?
Muchos tipos de instituciones financieras, como bancos, cooperativas de crédito y otras instituciones financieras, ofrecen hipotecas. Los corredores hipotecarios ofrecen diversos tipos de hipotecas conectando a los prestatarios con instituciones crediticias.
Sin embargo, también es posible encontrar otros tipos de créditos hipotecarios como los privados y también los créditos para Reverse Mortgage o hipotecas revertidas. Lo mejor siempre será consultar con tu asesor financiero cuál te conviene más.
Tipos de créditos hipotecarios en Canadá
Hay diferentes tipos de créditos hipotecarios a los que puedes recurrir al adquirir una hipoteca en Canadá:
- Crédito con bancos tipo A: Incluyen bancos e instituciones de crédito. Estas instituciones tienen criterios de crédito estrictos, ideales para aquellos con excelente historial crediticio e ingresos estables. Aunque ofrecen tasas de interés competitivas, cuentan con directrices rigurosas para la aprobación de hipotecas.
- Lenders tipo B: Si no calificas para créditos tipo A, esta opción es más flexible. Los créditos hipotecarios tipo B son ideales para trabajadores independientes o personas con ingresos no convencionales.
- Lenders privados: Destacan por tener créditos flexibles, basados principalmente en el valor del inmueble y la capacidad de reembolso. Aunque sus tasas de interés son más altas, son una opción viable para quienes tienen un historial crediticio deficiente y no pueden verificar ingresos.
- Reverse Mortgage o hipotecas revertidas: Este es un tipo de préstamo sobre el valor de la vivienda que se vende en Canadá a los propietarios de viviendas de 55 años o más. Este también les permite a los propietarios acceder a una parte del capital inmobiliario (home equity) como dinero en efectivo. En una hipoteca inversa, el propietario tiene la opción de hacer o de no hacer pagos mensuales y el préstamo debe ser pagado en su totalidad cuando el último prestatario vende la vivienda, se muda o fallece.