No importa cuánto tiempo hayas estado con una pareja, para muchos, una ruptura puede ser como un gran puñetazo en el estómago y el corazón. Las emociones que siguen al final de una relación son intensas y pueden ir desde la tristeza y la desesperación hasta la ira y la frustración. Algunas personas desarrollan depresión o sufren un trastorno de relación postraumático, mientras que otras pueden recurrir a vicios como el alcohol para superarlo.
Pero, ¿se pueden clasificar estas reacciones como duelo y, de ser así, qué se puede hacer al respecto? En esta nota te contaremos cuáles son las etapas de un duelo por el fin de una relación y cómo puedes apoyarte en este proceso con un terapeuta y coaching en español en Toronto.
Las etapas del duelo por el fin de una relación
Según la psicología, estas son las etapas que comúnmente se atraviesan:
- Negación: En esta fase inicial, puede que te resulte difícil aceptar que la relación ha terminado. Puedes sentirte en estado de shock, mantener esperanzas de reconciliación o evitar confrontar tus emociones para evitar el dolor.
- Ira: Una vez que la realidad comienza a asentarse, es común experimentar enojo. Este sentimiento puede estar dirigido hacia tu expareja, hacia ti mismo o incluso hacia la vida. Aunque incómodo, este paso es necesario para liberar emociones reprimidas.
- Negociación: Aquí, es posible que busques maneras de "arreglar" la relación, ya sea internamente o en conversaciones con tu expareja. Puedes pensar en promesas de cambio o en "qué hubiera pasado si".
- Depresión: Esta etapa puede ser la más dolorosa, pues se caracteriza por la aceptación de la pérdida y la sensación de vacío. Es importante recordar que estas emociones, aunque intensas, son temporales y forman parte del proceso de sanación.
- Aceptación: Finalmente, llega el momento de comprender que la relación ha terminado y que es hora de seguir adelante. No significa que el dolor desaparezca completamente, pero sí que puedes empezar a imaginar un futuro sin esa persona y reconstruir tu vida.