Luego de poco más de dos años del inicio de la pandemia del COVID-19 que llevó a la suspensión de miles de eventos presenciales en todo el país, todo parece indicar que este año sí finalmente volveremos a disfrutar de actividades culturales de forma presencial, principalmente en la época del verano. Y digo esto porque además de que ya se están eliminando poco a poco las restricciones a las que obligó la proliferación de la enfermedad, prácticamente desde el otoño del año pasado se han comenzado a llevar a cabo, poco a poco, este tipo de actividades que, además de promover el arte y la cultura, activan la economía.
En esta lógica, hemos visto que en nuestra comunidad ya se están comenzando a anunciar diversos festivales y otras actividades típicas del verano, con lo cual se va a presentar nuevamente el momento propicio para traer artistas de nuestros países de origen a fin de mostrar nuestros talentos internacionales, y lo mejor es ir preparando las condiciones desde ya para traerlos y no tratar de hacer trámites a último momento.
Recuerde que ésta es una muy buena oportunidad para ayudar a los artistas de América Latina a que vengan a mostrar sus artes a la sociedad canadiense y que con eso se generen también ingresos económicos, sobre todo después de la debacle económica que han tenido durante la pandemia.
Pero es importante que los promotores de artistas recuerden que hay un procedimiento específico para traer a los artistas que pueden venir a actuar en estas actividades canadienses, y que además muy probablemente se le va a tener que agregar las medidas de protección sanitaria propias de la pandemia que existan para ese momento, y más específicamente el requerimiento de que las personas que ingresen al país deban estar completamente vacunadas con las vacunas aprobadas por las autoridades canadienses.
Pero en general, una de las deficiencias que se suelen presentar en estos procedimientos es que algunas personas traen artistas solamente con visas de turistas y ya una vez que están aquí los hacen trabajar sin tener una autorización para ello, lo cual les puede generar dificultades tanto a los promotores como también a los mismos artistas.
Una situación de éstas es muy peligrosa, porque si en algún momento el Departamento de Inmigración en el Puerto de entrada a Canadá se da cuenta de que estas personas en realidad vienen a trabajar y no sólo de visita, pueden negarles la entrada y entonces el promotor del evento va a quedar muy mal, con entradas vendidas y sin artista para actuar.
Es importante saber que hay una sección de ley que es especial para los artistas que vienen a presentarse una, dos o tres veces en Canadá, y es una excepción que requiere que el promotor del evento envíe una carta de invitación, un contrato y el itinerario del artista, explicando que ellos se van a encargar de los gastos en que este incurra mientras está en el país, etc.
De igual forma, se requiere que se envíe el contrato que se ha firmado con el artista, el contrato que se ha firmado con local donde va a ser la presentación, y que se llene formularios para cada uno de los músicos, cantantes, ingenieros, sonidistas y para todas las personas que vienen en la delegación, incluyendo el mánager, junto con una solicitud para todo el grupo. Estos contratos en este momento obviamente podrían tener una cláusula que estipule que su ejecución estará sujeta a la situación pandémica que se viva en ese momento.
Se paga $100 por persona, y se tiene que enviar todos los documentos al Consulado Canadiense del país donde se encuentran los artistas. Básicamente lo que se hace es solicitar una visa de turista que le permita al artista actuar una vez llegado a Canadá.
Si los artistas provienen de países de donde se requiere visa, generalmente el proceso se hace en el consulado del país de origen, pero si son artistas que vienen de países como España, México y Chile, no necesitan visa para venir a Canadá.