Voy a comenzar diciendo que cualquier persona que llegue al puerto de entrada tratando de ingresar a Canadá va a ser examinada por un oficial de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) para determinar si tiene el derecho de entrar o no al país.
Digo esto porque muchos ciudadanos canadienses, sobre todo los nacidos aquí, encuentran esto muy peculiar pues creen que no deberían ser examinados dado que son ciudadanos canadienses que están viajando con pasaporte canadiense.
Pero la realidad es que no importa quién sea la persona o qué estatus migratorio tenga, el oficial en el puerto de entrada debe estar seguro de que tiene el derecho para entrar al país.
Por ejemplo, en algunos casos hemos visto a ciudadanos canadienses que han obtenido su ciudadanía después de un largo proceso hacia su residencia permanente. Eventualmente fueron rechazados en algún momento de su historia migratoria canadiense, fueron deportados y luego regresaron al país porque fueron patrocinados por un ciudadano canadiense o un residente permanente como esposo o esposa. La persona llego, adquirió su estatus, estuvo el tiempo necesario en el país como residente permanente para después solicitar la ciudadanía y ahora vive legalmente en Canadá.
Así, en el sistema global que usa el Departamento de Inmigración, cuando una persona entra a Canadá, aun si entra con pasaporte canadiense, al pasarlo por la máquina o si un oficial ingresa su nombre en el sistema, automáticamente va a aparecer que en algún momento hubo una orden de deportación. Y lo más probable es que a esta persona se la llame a una inspección secundaria donde el próximo oficial que lo vea tiene que quedar convencido de que en realidad es ciudadana canadiense y que puede entrar al país.
Obviamente van a ver la historia migratoria de la persona y van a ver que en realidad hubo una orden de deportación pero que la misma no es vigente porque cumplió con todos los requisitos para regresar.
Esto sucede con frecuencia. De hecho, recientemente un amigo residente permanente que había salido de vacaciones después de muchos años de estar en Canadá esperando su residencia permanente, porque las autoridades lo habían declarado culpable de crímenes de guerra hasta que se llegó al fallo de que no hubo tales crímenes y por tanto se le dio la residencia permanente, al regresar a Canadá después de su viaje, cuando pasó su pasaporte la máquina determinó que debía pasar a una examinación secundaria con un oficial de inmigración.
En este caso, nuevamente, porque la persona había tenido problemas para obtener la residencia permanente automáticamente la máquina sacó a relucir este problema y dio un código que el oficial de inmigración automáticamente supo que había un problema o que podría haber un problema, y entonces examinó a la persona.
Hicieron la examinación, vieron los datos que están almacenados en la computadora, y vieron que todos los problemas habían sido solucionados y que mi amigo era un residente permanente y por tanto tenía el derecho de entrar al país.
Ahora, si esto sucede con personas que son ciudadanas canadienses y residentes permanentes, cuánto más problemático no será para las personas que llegan con una visa de residencia temporal, ya sea una visa de trabajo, un permiso de estudio o personas que llegan como turistas o a visitar a algún amigo o pariente.
¿Problemas con la Autorización Electrónica de Viaje?
De hecho, en estos momentos hay una confusión muy grande en relación a la Electronic Travel Authorization (eTA), que es una autorización electrónica dada por el sistema de inmigración canadiense. Es un trámite muy sencillo para las personas que nunca han tenido problemas con Inmigración Canadiense o nunca han tenido criminalidad, porque simplemente llenan un formulario en la página web del Departamento de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, pagan $7.00, y en pocos minutos tienen esta autorización electrónica para poder entrar a Canadá.
Pero hay muchas personas que creen que el tener esta autorización automáticamente les abre las puertas para entrar al país, cuando la verdad es que están muy alejados de la realidad. La eTA simplemente les permite abordar el avión, y en el momento en que llegan al puerto de entrada el oficial que los ve, que es del CBSA, debe asegurarse de que esta persona en realidad es un visitante, trabajador o estudiante genuino, y que no está llegando a Canadá para quedarse de forma indocumentada, para trabajar de manera indocumentada o para cometer algún delito dentro del país.
Recientemente hemos visto algunas noticias específicamente de ciudadanos mexicanos, que es el último país latinoamericano al que se le quitó el requisito de visa y se implementó la eTA en diciembre del año pasado, en que cientos de personas han sido regresadas a México precisamente porque no pudieron convencer al oficial en el puerto de entrada de que eran visitantes genuinos.
Ten en cuenta estas recomenciones:
El consejo para estas personas es que deben pensar en la llegada al puerto de entrada como si estuviesen yendo a una oficina de visados fuera de Canadá, a un consulado canadiense, para hacer una solicitud de visa, a pesar de que no se necesita.
Porque en el momento en que llegan al puerto de entrada deben poder demostrar al oficial que los examina de que son visitantes genuinos, presentando las siguientes pruebas:
- Que tienen trabajo en su país de origen, por lo que es recomendable traer una carta que confirme que están trabajando
- Que tiene ‘x’ tiempo de vacaciones y que deben regresar en una fecha exacta,
- Que traigan suficiente dinero para que se puedan mantener durante el tiempo que van a estar en Canadá.
- Si vienen a visitar a un pariente o amigo, deben asegurarse de que esta persona esté en el aeropuerto para recibirlo, o deben tener su número celular para que, si el oficial de inmigración quiere hablar con él, pueda hacerlo.
Todas estas cosas son extremadamente importantes, así como también el tener mucho cuidado con la información que se trae en los equipos electrónicos, porque los oficiales en el puerto de entrada tienen el poder de revisar sus teléfonos, computadores, etc. Así como pueden revisar las valijas, pueden también revisar sus aparatos electrónicos, y cualquier información que contradiga lo que están diciendo con respecto a la razón por la cual están llegando a Canadá, podría ser motivo para que les nieguen la entrada y en algunos casos incluso ser detenidos.
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