Ahora que se comienzan a abrir poco a poco las fronteras, a pesar de que aún estamos en medio de la pandemia, es seguro que van a comenzar a llegar al país muchas personas que fueron patrocinadas antes y también durante los últimos 18 meses en que el país ha estado sumergido en medidas especiales de protección. La información clave que estas personas deben tener es ¿Qué debe hacer una vez que ya llega al país?
Pues bien, una vez que llegas a Canadá patrocinado por un ciudadano canadiense o por un residente permanente, en el puerto de entrada te introducirán en el Sistema y en un mes aproximadamente te deberá llegar la tarjeta de residente permanente con validez de cinco años (aunque obviamente hay que tener en cuenta que los procesos están bastante lentos debido a la pandemia). Algunas veces la tarjeta se traspapela y no te llega, si esto sucede debes llamar al Departamento de Inmigración y averiguar el estatus de tu tarjeta. Si no te llega en seis meses, tendrás que hacer una solicitud para que te envíen una nuevamente.
Lo primero que debes tener en cuenta es que los residentes permanentes tienen obligaciones en términos de su presencia física en Canadá para poder mantener la residencia permanente. La ley requiere que un residente permanente permanezca físicamente en Canadá por 730 días (dos años) por cada periodo de cinco años. O sea que puede estar tres años fuera de Canadá cada cinco años. El tiempo es acumulativo, no continuo.
Si un residente permanece fuera de Canadá por más de tres años puede perder su estatus en el país. Hay una excepción y esa es si el residente ha debido permanecer fuera del país por razones ajenas a su voluntad como, por ejemplo: se enfermó y no pudo regresar, debió quedarse a cuidar de un familiar enfermo, etc.
También hay otras excepciones a la regla de 730 días en Canadá. Si el residente permanente esta fuera de Canadá trabajando para una compañía canadiense, el tiempo que él y su familia pasen fuera de Canadá se cuenta como tiempo pasado dentro del país. La compañía debe ser una compañía verdadera que está trabajando activamente. Se deben presentar los registros de la compañía, estados financieros, número de empleados, etc. No puede ser simplemente una compañía que se registra para evadir los reglamentos de Inmigración.
Otra excepción es si una esposa/o o hijo/a dependiente (residentes permanentes) se encuentran fuera de Canadá acompañando a su pareja o a su padre o madre, quien es un ciudadano canadiense. El tiempo que pasen fuera de Canadá se cuenta como tiempo dentro del país. Hay que tener claro que en este caso estamos hablando solo de los tiempos requeridos para mantener la residencia, porque para la ciudadanía los requisitos de residencia son distintos y el tiempo que se está fuera trabajando para una compañía canadiense o acompañando a un ciudadano se debe descontar del cálculo. Pero hablaremos de este tema en una próxima columna.
Así como se puede perder la residencia por haber estado fuera del país por más de tres años, hay otras instancias en las que también se puede perder la residencia permanente. Por ejemplo: si en algún momento el Departamento de Inmigración sospecha que una persona que fue patrocinada por su pareja no tenía la intención de vivir con su patrocinador y que simplemente usó la relación como un acceso fácil a la residencia, se comenzará una investigación acerca de la genuinidad de la relación. Y si se llega al fallo de que el patrocinado cometió fraude, se le hará un reporte por haber dado declaraciones fraudulentas al momento de hacer su trámite de residencia y este podría resultar en una orden de deportación.