Hace algunos días recibí una llamada en que me consultaron qué podía hacer la familia de una persona indocumentada de escasos recursos que falleció en Toronto, y específicamente si había alguna entidad gubernamental que pudiera ayudarles a cubrir los gastos funerarios.
Lo primero que debo decir es que en Canadá todo mundo tiene derecho a tener un funeral digno cuando muere, incluso las personas que viven de forma indocumentada en el país y que no pueden pagar los costos que un acontecimiento de estos implica.
Los funerales en Canadá pueden ser muy costosos. El costo promedio se estima en $10,000.00 o más, y el funeral más básico en el área metropolitana de Toronto, con servicios de entierro o cremación, puede costar alrededor de $2,000.00.
En el 2014, la muerte de un indocumentado, Rogerio Marques De Souza, de 49 años, fue noticia en Toronto. Había vivido en el país durante 27 años y durante ese tiempo trabajó duro como albañil, pagó impuestos y crio a tres hijos. En el momento de su muerte por cáncer de colon, sus hijos adolescentes no podían pagar los costos de un entierro y los familiares del Sr. De Souza pidieron a la ciudad de Toronto que le brindara un funeral adecuado a través de un programa para familias de bajos ingresos a través de Ontario Works.
Ontario Works, el programa de Ontario que brinda asistencia financiera a quienes viven en Ontario y no son visitantes ni turistas, puede ofrecer apoyo para los costos del funeral. Puede cubrir los gastos funerarios de las personas que reciben asistencia social y también de las que no recibieron asistencia social.
Pero la solicitud a Ontario Works para el entierro del Sr. De Souza fue denegada. La familia y los amigos creen que se le negó porque estaba indocumentado en el momento de su muerte, aunque había vivido en Canadá durante 27 años, tuvo tres hijos en Canadá, era miembro de la comunidad, trabajó duro y pagó impuestos. Pero se consideró que no era elegible porque no tenía estatus en Canadá. Así, a la familia se le dio la opción inhumana de entregar el cuerpo del Sr. De Souza a la ciudad, donde sería enterrado como persona desconocida en una tumba sin nombre.
El problema está en que el programa para cubrir los costos de un funeral bajo Ontario Works al que aplicó la familia del Sr. De Souza es discrecional, lo que significa que se puede rechazar una solicitud. En el sitio web de Ontario Works se indica que una persona no tiene que estar recibiendo asistencia del gobierno para calificar a la asistencia financiera para un funeral, pero que la decisión es discrecional.
El año anterior al hecho, en 2013, el Concejo Municipal votó para convertir a Toronto en una “ciudad santuario”, término significa que todos los servicios municipales son accesibles a cualquier persona, documentada o no.
En el caso del Sr. De Souza, al final una funeraria en Toronto se ofreció a hacerse cargo de los gastos de su funeral, y sus tres hijos, familiares y amigos pudieron darle al Sr. De Souza, residente de Canadá desde hacía 27 años, un funeral digno en el país que amaba.
El proceso para reportar una persona fallecida en Canadá establece que la muerte debe ser reportada dentro de las 12 semanas posteriores a la fecha de la muerte. Un médico o un forense debe atender el cuerpo del fallecido y emitir un Certificado Médico de Defunción. Luego, el certificado se entrega al director de una funeraria para que acompañe al fallecido y luego se registra en la oficina del secretario municipal local. En el caso de una persona que muere indocumentada, no queda nada que deba ser atendido por el gobierno una vez que se registre la muerte.
Entonces, para reiterar, existe la discreción que pueden tomar los gobiernos provinciales o municipales en Canadá para pagar los costos de un funeral para una persona indocumentada si estos costos no pueden ser cubiertos por familiares o amigos. Los gobiernos provinciales o municipales pueden ayudar con los servicios funerarios básicos, incluido un ataúd, cementerio o tarifas de cremación, pero esta decisión es discrecional por parte de las autoridades encargadas.