Cuando se trata de ahorrar dinero, cada moneda o billete cuenta. Por lo tanto, cuanto antes empieces a ahorrar, más rápido alcanzarás tus objetivos financieros. Sin embargo, puede ser que lleves tiempo intentando una rutina de ahorro y hasta ahora nada haya funcionado.
Pues no te preocupes que el asesor de seguros y servicios financieros en Ontario, José Bustillos, te trae 7 estrategias fáciles y novedosas para empezar a hacer crecer tu cuenta bancaria.
Recorta gastos no esenciales
Si el dinero es escaso, intenta con un presupuesto en el que priorices "solo lo esencial". Profundiza en tus hábitos de gasto y pregúntate ¿estás comprando algo que no es necesario para sobrevivir?
Tal vez podrías disminuir el costo de tu paquete de internet/celular o TV, pausar tu membresía en el gimnasio, cancelar tu teléfono fijo, tomar el transporte público más a menudo o deshacerte de un segundo vehículo.
Un consejo profesional es poner dinero en efectivo en un frasco dedicado a gastos no esenciales. De esa manera, puedes ver cuánto hay disponible y evitar acumular una factura de tarjeta de crédito. También puedes probar el método de presupuesto 50/30/20. De cada cheque de pago reserva:
- El 50% de tus ingresos después de impuestos para cubrir los costos fijos esenciales (vivienda, comida, transporte, etc.)
- El 30 % para tus “deseos” (por ejemplo, ropa, viajes, salir a cenar, gastos de "diversión", etc.)
- El 20% para ahorros o pago de deudas
Págate a ti mismo primero
Agrega una línea en tu presupuesto, específicamente en la sección de ahorros, para que se convierta en un gasto fijo. Incluso si reservas solo $50 por mes, esta técnica de "pagarse a sí mismo primero" te ayudará a hacer crecer tus ahorros. Incluso puedes automatizar un depósito regular de tu cheque directamente a tu cuenta de ahorros cada mes.
Pausa el plástico
El simple hecho de usar efectivo para tus compras puede ayudarte a ahorrar dinero. Estudios demuestran que ver físicamente tu dinero te hará dudar antes de realizar una compra. Mientras que pagar digitalmente o con tarjetas de crédito se siente menos real y puede facilitar el gasto excesivo.