Por Vilma Filici
El tema de inmigración y el número de personas que está llegando a Canadá ha estado en las noticias durante meses. Muy pocas de las noticias han sido positivas o adecuadamente presentadas, lo cual ha creado una atmósfera de confusión y temor en las personas que obtienen información sólo a través de los medios de comunicación, los cuales lamentablemente muchas veces están más interesados en noticias de impacto que en un análisis más informado que eduque al lector.
Por supuesto que los medios no son totalmente responsables de esta situación, ya que sólo están reportando lo que dicen quienes crean estas noticias “de impacto”, las cuales les llegan a las emociones de los votantes. Sabemos que habrá elecciones federales en el 2019 y también sabemos que el tema de inmigración se ha usado en diferentes países de Europa, en los Estados Unidos y en Canadá para despertar emociones negativas hacia el inmigrante y el refugiado, como herramienta política para beneficios políticos.
Diferencia entre inmigrante y refugiado
Primeramente, se crea una confusión tremenda entre “inmigrante” y “refugiado”. De acuerdo con la definición académica, hay una diferencia enorme entre estos dos grupos. Un inmigrante es una persona que elije salir de su país y se establece en otro país por razones especificas: puede ser para reunirse con un familiar, para abrir negocio, por mejores oportunidades laborales, por estudio etc. Con el inmigrante hay una decisión planeada y ejecutada libremente.
El refugiado, por otro lado, no sale de su país por elección, sino que es forzado por las circunstancias a huir de su país, para proteger su vida y la de su familia.
En el último año hemos visto un incremento en el número de refugiados llegando a Canadá, y muchos de ellos entrando desde los Estados Unidos por puntos ciegos de la frontera. Esto lo hacen porque el Tratado del Tercer País Seguro no tiene fuerza en los puntos ciegos de la frontera y porque es la única forma en que pueden llegar a Canadá y pedir refugio.
En este momento Canadá tiene un inventario de casos de refugio de 53,000 refugiados, y muchos políticos han hablado de que estamos experimentando una crisis a nivel nacional. Si bien es cierto que hay un atraso en los casos de refugio, cuando miramos hacia el pasado nos damos cuenta de que hemos tenido momentos en que el inventario de casos atrasados llegó a 125,000, por lo tanto, en mi estimación el atraso en este momento no constituye una crisis a menos que algunos políticos quieran usar el momento de confusión y temor para sus propios fines.
En este revuelto de noticias y de pánico creado, las personas empiezan a confundir al inmigrante y al refugiado y ponen a ambos grupos en la misma categoría. He ahí que un 49% de las personas entrevistadas recientemente por la empresa Angus Reid dijeron que quieren que se disminuya la inmigración a Canadá. Por supuesto que todo el mundo tiene derecho a su opinión, pero creo que en un tema tan importante como la futura fuerza laboral de un país, las opiniones deben ser basadas en información correcta.