En los últimos días se han dado a conocer varios reportes en relación con el impacto que está teniendo la pandemia en la inmigración y por tanto el impacto que se espera va a tener en la economía canadiense.
Al igual que todos los aspectos relacionados a la pandemia, es muy difícil predecir qué es lo que va a suceder en el mediano y en el largo plazo, sin embargo, estos reportes nos dan algunas señales sobre lo que podría ocurrir tanto a la inmigración como a la economía del país durante los próximos años.
Uno de estos reportes fue dado a conocer por el Royal Bank of Canadá (RBC) y el otro por la Organización de Migración Internacional, y al compararlos, es claro que hay información conflictiva con respecto a lo que va a suceder con la inmigración después de la pandemia.
El reporte del Royal Bank of Canada básicamente dice que Canadá ha quedado corto en cien mil solicitantes para la residencia permanente para este 2020, que de 341 mil nuevos inmigrantes que estaban presupuestados para que llegaran al país este año ahora vamos a recibir cien mil menos. Y obviamente esto era de esperarse ya que hemos estado cinco meses en un total cierre donde solamente se han estado procesando casos de trabajadores temporales que venían a laborar en servicios esenciales, mientras el resto de las solicitudes habían quedado congeladas.
Pero si bien para el 2020 el país va a recibir alrededor de cien mil nuevos inmigrantes menos, la realidad es que el gobierno bien puede aumentar en el 2021 el número de inmigrantes para ese año, o dividir dicho aumento en dos o tres años y así completar el cupo que va a quedar pendiente.
Porque los trabajadores calificados, mano de obra especializada y los trabajadores que solicitan la residencia permanente bajo el programa de Experiencia de Trabajo en Canadá, que tienen que aplicar en el sistema Express Entry, lo siguen haciendo a pesar de la pandemia.
Según la última información disponible, en el pool del sistema Express Entry hay en este preciso momento 143,012 personas esperando ser invitadas a aplicar, lo que significa que no es el número de personas calificadas que desean venir a Canadá el que ha disminuido, sino que lo que efectivamente ha disminuido es el procesamiento de estos casos. En este sentido, el potencial migratorio está disponible.
Sabemos también que los procesos migratorios de los casos de familia también han sido congelados, pero estos ya se están reanudando y muchos nuevos inmigrantes llegaran a Canadá tan pronto se abra la frontera.
Según el reporte del RBC, el impacto de la disminución de la inmigración al país en la economía consistirá en que las industrias no van a poder contratar a todos los trabajadores que necesiten para poder reactivar sus compañías, y obviamente eso va a afectarlas de forma negativa. Porque al no tener los trabajadores que se necesitan, no se va a poder cumplir con las cuotas de producción y esto va a tener un impacto en todas las compañías a lo largo y ancho del país.
No obstante, el gobierno ha tomado la primera medida para tratar de agilizar la obtención de permisos de trabajos para las personas que se encuentren en Canadá con estatus de visitante con el fin de aliviar la falta de fuerza laboral. Este es un primer paso, pero este problema requiere medidas adicionales. El gobierno debería agilizar los procesos para contratar trabajadores temporales, debería flexibilizar el proceso de obtención de los Labour Market Impact Assessments (LMIA) que da el Departamento de Recursos Humanos, y que en vez de tener que poner avisos en los periódicos durante un mes, que eliminen dicho requisito, que inmediatamente se puedan hacer las solicitudes y que entreguen el permiso para que las compañías puedan traer estos trabajadores extranjeros. Si el gobierno flexibiliza este proceso, el trámite se puede hacer en cuestión de semanas y no de meses.
Trayendo más trabajadores temporales se podría solucionar este problema, aunque sea únicamente mientras se pueda traer nuevamente a los trabajadores permanentes.
Esta no es una idea descabellada, porque de hecho ya el gobierno ha tomado medidas excepcionales no solo con los trabajadores que se encuentran en Canadá, sino que también con los estudiantes internacionales justamente porque las universidades y los colleges han hecho mucha presión dado que dependen del dinero que pagan estos estudiantes. Estamos hablando de más de 20 billones de dólares anuales.