Con el paso del tiempo, el envejecimiento natural y los factores ambientales pueden tener un impacto negativamente significativo en nuestra piel. A medida que envejecemos, es común que surjan preocupaciones como la pérdida de elasticidad, la aparición de arrugas, manchas y una textura opaca en la piel.
Esto se debe a una acumulación de daño en la piel, provocado por la pérdida de células madre, la pérdida de eficiencia en los fibroblastos para generar colágeno, en la degradación de este último, pero sobre todo en el desencadenamiento de procesos inflamatorios y en la acumulación de radicales libres en la piel, muy tóxicos y reactivos.
Para abordar estos problemas, cada vez más personas recurren a tratamientos de rejuvenecimiento facial. Entre estos, los peelings químicos, botox, rellenos dérmicos, skinboosters y la mesoterapia con compuestos que contienen péptidos han ganado popularidad debido a sus resultados prometedores.
En este artículo los profesionales de Rejuvenus Clinic, clínica estética en Toronto nos explican los beneficios y efectos positivos de estas ténicas.
Peelings Químicos
Los peelings químicos se utilizan para eliminar las capas superiores de la piel, aquellas que están compuestas por células muertas y muchas veces dañadas por los efectos del envejecimiento. Esto estimula la regeneración celular y promueve un aspecto más rejuvenecido y luminoso de la piel.
Estos tratamientos suelen implicar la aplicación de una solución química en la piel, que puede variar en su fuerza y composición dependiendo de las necesidades individuales.
Los peelings químicos pueden mejorar la textura, eliminar manchas y reducir la apariencia de arrugas finas. Además, pueden ayudar a mejorar la producción de colágeno y elastina, los cuales son esenciales para la firmeza y elasticidad de la piel.
Botox y Rellenos Dérmicos
El botox sirve para suavizar arrugas y atenuar los músculos hiperactivos y los rellenos dérmicos se emplean para rellenar las arrugas y los pliegues del contorno del rostro. Ambos procedimientos estéticos producen estupendos resultados pero hay que tener en cuenta que existen diversas diferencias entre ambas técnicas que deben considerarse antes de tomar una decisión sobre qué procedimiento es el más apropiado.
El botox se suele emplear para la parte superior del rostro. Como es el caso de el entrecejo, las patas de gallo y la frente. Los rellenos dérmicos suelen utilizarse para la parte inferior de la cara.
Los rellenos se utilizan para combatir la flacidez en la zona de las mejillas y la mandíbula, aumentar los labios, e incluso las arrugas de la boca y la nariz. El botox se emplea en la mayoría de las ocasiones para combatir las líneas de expresión de los surcos de la frente.
No existe una solución única para todo, muchas veces lo ideal es una combinación de rellenos y botox para encontrar el procedimiento que más se adapte a las necesidades de cada paciente.
Si por ejemplo deseas añadir volumen a alguna zona de tu rostro, sean los labios, los pliegues y mejorar contornos, los rellenos dérmicos son una excelente opción. Pero también debes saber que los rellenos pueden emplearse para rejuvenecimiento de manos, reduciendo la aparición de tendones y de arrugas.