Sin duda, una de las muchas lecciones que hemos aprendido con la llegada de la pandemia del COVID-19 es valorar el país en el que vivimos. Canadá ha demostrado ser uno de los mejores lugares donde se puede capear mejor una crisis como la que estamos viviendo, dadas las importantes medidas económicas, de salud y sociales que se están tomando a favor de sus ciudadanos y residentes.
Pero precisamente se debe ser ciudadano canadiense o residente permanente para poder gozar de todos estos privilegios, lo que me trae a la mente una pregunta que nos hacen con mucha frecuencia las personas que están explorando opciones para obtener la residencia permanente en el país: “¿Qué beneficios se adquieren con el estatus de residente en Canadá?”.
Además de lo que digo arriba con relación a situaciones difíciles como una pandemia, debo recordarles que Canadá ha sido reconocido por diversas entidades y medios de comunicación internacionales como uno de los mejores países del mundo para vivir, por lo que muchas personas consideran que es un privilegio poder residir en Canadá a pesar de que se pagan impuestos altos a nivel federal, provincial y municipal.
Pero el pagar impuestos le da acceso a uno de los mejores sistemas de beneficios sociales. En este sistema le es dado dinero y servicios a las personas que lo requieran, ya sean residentes o ciudadanos, y en algunos casos residentes temporales o solicitantes de refugio.
Este sistema fue introducido en los años 60s y son Asistencia Social; el Beneficio de Impuesto Infantil; pensión para adultos mayores; un suplemento de dinero a las personas que lo necesiten; seguro de empleo, compensación a los trabajadores lesionados en sus trabajos; educación pública gratuita para jóvenes en escuela elemental, primaria y secundaria, y ayuda a estudiantes en estudios post secundarios; seguro de salud; ayuda con vivienda y ayuda social.
Para el 2021 el gobierno federal tiene proyectado traer 401,000 nuevos residentes permanente, para el 2022 piensa traer 411,000 y para el 2023 traerá 421,000. Estas cifras representan menos del 1 por ciento de la población total de Canadá. El récord de mayor número de residentes permanentes en un año se estableció en 1913 con 400,000 inmigrantes.
Para vivir en Canadá con todos los derechos de residencia, una persona debe ser residente permanente, y un residente permanente es una persona a la que se le otorgó el estatus de residente permanente al inmigrar pero que todavía es ciudadano de otro país. Este estatus no se les otorga a aquellos que están en Canadá con un estatus temporal, como es el caso de un estudiante o de un trabajador extranjero.
Hay muchos programas por los cuales se puede adquirir el estatus de residente permanente en Canadá. La mayoría de los residentes permanentes provienen de la clase económica, que está compuesta por profesionales, trabajadores calificados, mano de obra especializada, cuidadores de niños, de ancianos o de personas enfermas, empresarios etc. Los residentes permanentes de la clase familiar constituyen el segundo grupo más grande de residentes permanentes, y son personas que han sido patrocinadas para venir a Canadá. El resto de los residentes permanentes son personas que han sido declaradas como refugiados por convención, así como también por casos humanitarios y de compasión.
Los solicitantes de refugio no se convierten automáticamente en residentes permanentes de Canadá, sino que deben solicitar el estatus de residente permanente después de haber sido aprobados como refugiado de la convención de Ginebra.
Tal y como decía anteriormente, los beneficios de ser residente permanente en Canadá son muchos y son diversos.
La atención médica es universal, financiada con fondos públicos, y se basa en la necesidad más que en la capacidad de pago de la persona. Alrededor del 70% de los costos son pagados por el gobierno y el resto se paga en privado a través de un seguro médico privado o directamente por la persona.