Invertir en propiedades de alquiler puede ser una excelente forma de generar ingresos pasivos y construir patrimonio a largo plazo. Sin embargo, en el actual mercado inmobiliario del GTA, los precios altos, las tasas de interés elevadas y los pagos iniciales significativos pueden parecer obstáculos insuperables.
Aquí te presentamos algunas estrategias prácticas y consejos útiles para ayudarte a superar estos desafíos y dar el primer paso hacia la inversión en propiedades de alquiler, todo de la mano del asesor de crédito hipotecario en Toronto – Mortgage Intelligence, Alejandro Libaque.
Requisitos del préstamo para propiedades de alquiler
Comprar una propiedad de alquiler implica ciertos requisitos específicos que difieren de la compra de una residencia principal. Una de las principales diferencias es el pago inicial, que suele ser más alto para propiedades de inversión debido a que los prestamistas consideran estas propiedades como inversiones más riesgosas.
Para calificar para una hipoteca de alquiler, es crucial tener un sólido perfil financiero. Los prestamistas evaluarán tu puntaje de crédito, tus ingresos y tus deudas actuales. Además, la capacidad de la propiedad para generar ingresos de alquiler también jugará un papel importante en la aprobación del préstamo.
Estrategias para superar los altos pagos iniciales
Superar el desafío de un pago inicial alto es posible con algunas estrategias creativas y bien pensadas:
- Línea de crédito sobre el valor neto de tu vivienda (HELOC): Esta herramienta te permite acceder al valor acumulado en tu residencia principal y usarlo para financiar el pago inicial de tu propiedad de alquiler.
- Préstamos de amigos y familiares: Aunque puede ser un enfoque más informal, con las condiciones adecuadas y un acuerdo claro, puede ser una solución viable. Es esencial asegurarse de que todos los términos estén documentados para evitar malentendidos futuros.
- Vivir en la nueva propiedad: Es común que los propietarios decidan vivir en la nueva propiedad y dejar la propiedad existente como casa de renta, especialmente si hay dos unidades separadas. Por ejemplo, pueden vivir en el nivel superior y rentar el sótano, o viceversa. En este caso, como es una propiedad donde vive el dueño, el requerimiento del pago inicial es más bajo (entre 5 a 10%) y hasta podrían asegurar una tasa de interés más baja.