Migrar no solo implica adaptarse a un nuevo idioma y entorno, sino también reconstruir la forma en que criamos a nuestros hijos lejos de nuestras raíces. Así lo explica Silvia Núñez, fundadora de The Love Seed Consulting, especialistas en coaching personalizados para escuelas, educadores y padres quien en una reciente entrevista compartió su visión sobre la importancia de educar con amor y firmeza en contextos migratorios.
Desde su experiencia de casi 20 años en educación, Silvia expuso cómo el choque de estilos de crianza y la ausencia de una red familiar cercana influyen en la salud emocional de los niños latinos que crecen en Canadá, y brindó herramientas para crear entornos seguros, afectivos y respetuosos en esta nueva realidad.
Retos migrantes y crianza consciente: educar desde la empatía
Para Silvia, el mayor desafío de criar en el exterior es ajustar los estilos de crianza tradicionales al contexto canadiense. “Muchos crecimos con una crianza autoritaria y al llegar a Canadá descubrimos otras formas que nos hacen dudar o sentir culpa”, comentó. Sin embargo, resaltó que esta migración cultural puede ser una oportunidad para educar desde la conciencia, priorizando la conexión emocional.
La especialista también habló de la importancia de no olvidar las raíces. “Transmitir idioma, historia familiar y tradiciones es regalarle a nuestros hijos identidad y orgullo de quienes son”, señaló, destacando que conversar en español, celebrar nuestras fiestas y contar historias familiares refuerza el sentido de pertenencia.
Silvia enfatizó que el bienestar emocional de los niños depende más de la calidad de la presencia de sus padres que de la cantidad de familiares alrededor. “La conexión no depende de cuántas personas tengas cerca, sino de cómo estás con tu hijo”, expresó. Por eso recomendó crear nuevas rutinas afectivas, practicar la escucha activa y modelar respeto.