Conocernos, reconocernos, amarnos, abrazarnos y mejorar día con día son aspectos que fácilmente podemos mencionar en la teoría pero son difíciles de mantener en la práctica. El día a día puede llegar a ser agotador, pero quienes decidimos cuál es el rostro que ponemos ante ello y qué podemos hacer para hacernos cargo de nosotros mismos frente a esas situaciones, somos nosotros.
Nuestro proceso de aprendizaje es largo; en especial cuando comúnmente estamos acostumbrados a evadirnos, alejarnos de la introspección y centrarnos en las situaciones sin analizar nuestra posición frente a ellas.
"¿Cómo me afecta esta situación?", "¿Cómo puedo trabajarla para mejorar mi reacción ante ella?", "¿Esto realmente me hará bien a largo plazo?", son algunas de las preguntas que pueden ayudarnos a conocernos un poco más y escucharnos a nosotros mismos. Sin embargo, al ser una difícil tarea, lo aconsejable es también recurrir a un especialista que nos oriente adecuadamente para alcanzar el equilibrio que necesitamos.
Coaching grupal: una forma de crecer en conjunto
Una idea que se presenta como un obstáculo al acceso a la terapia es la timidez o la solvencia económica. Para ello, la coach de vida, Jazmín Hernandez, se encuentra promoviendo terapias de coaching grupal.
En ella, los participantes trabajarán en conjunto aquellas situaciones que podrían estarlos aquejando y podrán expresar abiertamente sus opiniones y sentires en un espacio seguro.
Entre los reconocidos beneficios de las terapias de coaching grupal se encuentran:
- Trabajar en nuestro autodescubrimiento.
- Mejorar el autoestima.
- Tratar las heridas de infancia.
- Trabajar nuestras relaciones interpersonales.
Cada uno de nosotros posee una historia. Un punto clave hacia el crecimiento personal reside en aprender a reconocer cada uno de los hechos o aspectos que influyeron en nosotros. Parte de ello es el reconocimiento de las heridas que mantenemos abiertas desde la infancia, en muchas ocasiones, sin darnos cuenta.