En materia migratoria Canadá está volviendo al pasado, y es lo mejor que está sucediendo

Entre algunos cambios positivos, la Ley de Ciudadanía volverá a ser como antes de Ley C-24
Toronto · Publicado el: 2 marzo, 2016

Desde que asumió las riendas del país el nuevo gobierno del Primer Ministro Justin Trudeau en noviembre pasado, la población canadiense ha estado viendo cómo en materia migratoria pareciera que estamos volviendo al pasado.

Es como si nos hubiéramos metido en una cápsula del tiempo y estuviéramos regresando años atrás, haciendo escalas no solamente en el último año, sino que también en los últimos cuatro años y muy probablemente en los últimos diez años. Definitivamente estamos volviendo al pasado en materia migratoria, lo cual desde mi punto de vista es sumamente positivo.

La semana pasada asistí a una conferencia de prensa dirigida a los medios étnicos, en la cual el Ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, John McCallum, anunció los cambios que le haría a la Ley de Ciudadanía, y básicamente estos son regresar a la Ley de Ciudadanía que teníamos antes de que se promulgara la tristemente célebre Ley C-24.

  • Por ejemplo, uno es eliminar la posibilidad de que a un ciudadano que tenga doble ciudadanía y que cometa ciertos crímenes se le pueda sacar de país. El Ministro de Inmigración dijo que ‘un ciudadano es un ciudadano es un ciudadano’, que tenemos procesos penales para tratar con personas que cometen ciertos crímenes, y que por tanto no hay razón por la cual a una persona que tenga doble ciudadanía se le esté tratando de manera distinta.
    El Ministro explicó que una vez que se procesa un caso a través del sistema penal, es suficiente. Y esto es muy importante porque la ley anterior permitía que una persona que fuera encontrada culpable de ciertos crímenes u ofensas, aunque hubiese nacido en Canadá, si tenía doble ciudadanía gracias a sus padres, podía ser deportada.
    Algunos críticos dicen que si esas personas han cometido crímenes muy serios el gobierno tiene razón en sacarlos del país, sin embargo, lo que debemos tener en cuenta es que una vez que una ley ha sido aprobada y se ha puesto en vigencia, su aplicación puede ser expandida a cualquier otro tipo de situación, por lo que se vuelve algo muy peligroso. Pero, además, esa lógica es una especie de limpieza social en la cual se busca sacar del país a las personas no deseadas.
  • También se ha eliminado el requisito de que una persona tiene que demostrar su intención de querer residir en el país en el momento que se está haciendo ciudadano. Esto va a aliviar a las personas que deciden salir del país por razones de trabajo, salud o estudio, así como también a los adultos mayores que quieren pasar el invierno canadiense en sus países de origen o cualquier lugar cálido.
  • Otro cambio importante es que se volvió a los estándares anteriores en relación a la edad en que los solicitantes de ciudadanía tienen que escribir los exámenes de conocimientos y de inglés. Nuevamente, sólo las personas que están entre los 18 y 54 años de edad son quienes tienen que hacer esos exámenes.
  • También, se reintegró el tiempo de “bono” que se le daba a una persona que había residido en Canadá por lo menos dos años antes de hacerse residente permanente, y por ello se les da un año hacia la ciudadanía. Ese era un bono que se daba anteriormente y que lo había quitado el gobierno conservador. Y se reintegra no solamente para los estudiantes internacionales, sino que también para los trabajadores, para quienes han pedido refugio, para quienes han presentado sus casos por razones humanitarias y para quienes han procesado patrocinios dentro del país.
  • Otro cambio es que se ha eliminado el requisito de que hay que probar que una persona estuvo residiendo por 183 días físicamente en Canadá durante el periodo que se necesita para obtener la ciudadanía. Aquí es importante destacar que se complicaba mucho el cálculo de este tiempo dado que había que medirlo primero en años y luego asegurarse de que en cada uno de esos años la persona también había vivido 183 días en el país.
    Además, el tiempo que una persona debe estar en el país después de hacerse residente canadiense, para obtener la ciudadanía, se redujo nuevamente a tres años en cinco años, igual que en el pasado.
  • Otra cosa muy importante, que también fue parte de las promesas que se hicieron durante la campaña electoral, es que se iba a eliminar la residencia condicional para las parejas que obtienen la residencia por medio de un patrocinio de matrimonio o unión libre. Es decir que se va a eliminar el requisito de que tienen que vivir con el patrocinador por dos años desde el momento en que llegan a Canadá con la residencia permanente, porque si no se les quita la residencia permanente.
    Este punto es muy positivo dado que hay personas en este tipo de situaciones que han tenido que vivir situaciones de abuso físico, emocional, sexual y muchas veces financiero por parte de sus parejas, por el temor de que si la denuncian pueden perder su residencia permanente.

Pero además hay muchas otras áreas migratorias que están sufriendo cambios significativos muy positivos con el nuevo gobierno liberal.

Esta semana llegó la última familia de refugiados sirios, con lo que el gobierno ha cumplido la meta de traer a 25 mil refugiados de dicho país a Canadá.

Otro cambio también es que se han reintegrado los beneficios de salud a las personas que han pedido refugio en Canadá. Estos beneficios existían hasta hace cuatro años y fueron eliminados por el anterior gobierno. Pero ha habido una lucha muy intensa por parte de la comunidad médica y de salud en general, así como también de las organizaciones que trabajan con refugiados, para que se les reintegraran nuevamente los beneficios de salud a las personas que piden refugio.

Incluso hubo una decisión de la Corte Federal diciendo que era inconstitucional el haberle quitado los beneficios de salud a los refugiados. El gobierno conservador había apelado esa decisión, pero el nuevo gobierno quitó la apelación y adoptó la decisión tomada por la Corte Federal.

Todos estos y muchos otros más definitivamente son cambios muy positivos, muy humanos, que efectivamente demuestran una nueva política en la manera en que se está tratando a los refugiados, al inmigrante en general y al ciudadano en particular.

Definitivamente en estos momentos volver al pasado en materia migratoria es algo sumamente positivo. Pero obviamente sólo eso no es suficiente dado que aún hay muchas otras cosas más que este gobierno debería hacer para mejorar las posibilidades de las comunidades inmigrante de llegar a Canadá. Pero ese será un tema de una próxima columna.

Publicado: 02/03/2016

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Posted by Toronto Hispano on miércoles, 2 de marzo de 2016

 

Inmigrando a Canada


Vilma Filici
Renombrada especialista con más de 30 años de experiencia en el rubro de Inmigración. A través de este blog, la asesora ofrecerá noticias y artículos de interés sobre este importante tema para nuestra comunidad.
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