Tal y como explicaba en la columna de la semana pasada, recientemente el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, envió sus “Cartas de Mandato” (Mandate Letters) a todos sus nuevos ministros, y en la que correspondía el ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, Sean Fraser, le ordenaba, entre otras cosas, buscar la manera de implementar o expandir programas para la regularización de los indocumentados.
“Aproveche los programas piloto ya existentes para explorar más a fondo las formas de regularizar el estatus de los trabajadores indocumentados que contribuyen a las comunidades canadienses”, le decía literalmente el primer ministro al ministro de Inmigración.
Pero esta información, que efectivamente es verídica y sumamente esperanzadora para las personas que viven de forma indocumentada en Canadá, podría estar abriendo las puertas a que personas inescrupulosas se aprovechen de una comunidad vulnerable como es aquella que vive sin un estatus legal en el país.
Definitivamente estas personas deben tener muchísimo cuidado porque en el momento en que sale cualquier tipo de noticia con alguna esperanza por parte de los oficiales de Inmigración, y en este caso específico de parte del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y del ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, Sean Fraser, esto da pie a que algunas personas puedan usar esta información de manera incorrecta o de manera fraudulenta.
Lo que sabemos hasta ahora es que el primer ministro de Canadá, en uno de los varios mandatos que le entregó en la carta al ministerio de Inmigración, es que tiene que expandir los programas piloto que ha habido para la regularización de los indocumentados, eso es realmente lo único que sabemos hasta el momento. Ahora, queda en manos del ministro y de los burócratas desarrollar cualquiera sea el programa que se vaya a utilizar para la regularización.
Si nos guiamos por los dos programas que han salido en los últimos años, vemos que había un límite en términos de cuántas personas iban a ser procesadas por medio de estos programas, y en ese momento fueron 500 los cupos establecidos en cada uno, así que no sabemos si en el momento en que se lance un programa de regularización más amplio va a ser también limitado, es decir que haya un número específico de personas que pueden aplicar y una vez que se llene ese monto se termina de aceptar aplicaciones.
Todavía no sabemos cuáles van a ser los requisitos que los solicitantes tendrán que cumplir, o si habrá una fecha específica de llagada para poder calificar, por ejemplo que pueda decir “los que hayan llegado desde tal fecha en adelante y tengan tantos años en Canadá pueden aplicar y estos son los requisitos que tienen que cumplir”. En este sentido no podemos especular porque no tenemos en realidad idea de qué manera se va a desarrollar este programa de regularización.
En este sentido, el consejo que le quiero dar a las personas que se encuentran en el país de forma indocumentada es que por favor no dejen que personas inescrupulosas se aprovechen de su necesidad de regularización, no dejen que se aprovechen de la información dada por las autoridades, hay que ver el mandato exactamente como fue dado, y queda claro que hay que crear un programa, pero todavía no hay nada concreto.
Mi experiencia del pasado es que ha habido muchísimos, muchísimos fraudes, y cuando hablo del pasado estoy hablando de mis 37 años de experiencia en este campo. En ese periodo he visto muchísimas situaciones donde personas sin escrúpulos han dado falsa información a este grupo que es tan vulnerable y necesitado y tan deseoso de poder regularizarse.