La edad cronológica sólo tiene en cuenta el efecto del paso del tiempo y viene determinada exclusivamente por la fecha de nacimiento. En cambio, la edad biológica es el desgaste que ha sufrido nuestro organismo a lo largo de la vida y que depende, en gran medida, del estilo de vida. En este artículo los profesionales de Rejuvenus Clinic, clínica estética en Toronto nos comentan un poco sobre ambos términos.
Pongamos un ejemplo para entenderlo mejor: dos personas nacidas el mismo día del mismo año. La primera es fumadora, tiene una vida sedentaria, vive en una ciudad con altos índices de polución ambiental y sigue una nutrición poco saludable rica en grasas de origen animal, azúcares y alimentos procesados.
Mientras que la segunda practica ejercicio físico a diario, se alimenta principalmente de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, algas, semillas y vive alejada de la contaminación urbana. Pues bien, aunque ambas tienen la misma edad cronológica, seguramente aparenten edades muy distintas.
Haciendo una analogía con un automóvil, la edad cronológica sería la fecha de matriculación del vehículo y la biológica valoraría otros elementos, como el kilometraje, el tipo de conducción y las condiciones de la carretera por la que estamos circulando. Por eso, dos vehículos matriculados a la vez pueden encontrarse en condiciones muy diferentes.
Tratamiento
Aproximadamente el 30% del proceso natural de envejecimiento está marcado por la herencia genética, pero el 70 % restante depende de nosotros y podemos modificarlo con el objetivo de ralentizar nuestro reloj biológico. Rejuvenus Clinic dispone de tecnologías de última generación para analizar la longitud telomérica, lo que permite conocer la edad biológica real.
Los telómeros son los extremos de los cromosomas y desempeñan un papel fundamental en la protección de su integridad. Además, son unos biomarcadores muy fiables del grado de envejecimiento y de la esperanza de vida.
El organismo fabrica nuevas células para regenerarse, pero, con cada división celular, la longitud de los telómeros se va acortando hasta que llega un punto en el que no se pueden dividir más y mueren.
Es el conocido como límite de Hayflick y aporta información muy relevante acerca de la edad biológica, al igual que el índice de masa corporal, la presión arterial, la saturación de oxígeno en reposo, la glucemia basal, el colesterol, la hemoglobina glicosilada o la proteína C-reactiva.