La semana pasada recibí un correo electrónico de una persona contándome el sufrimiento que estaba viviendo por causa del sistema de inmigración canadiense, específicamente por ser una de esas personas que se casan con un ciudadano canadiense o con un residente permanente y hacen su trámite de matrimonio desde dentro del país.
Esta señora me dijo que junto a un grupo de personas que están pasando por la misma situación han creado una página en Facebook, para que todas las personas que se encuentran viviendo historias parecidas se unan y logren cabildear ante el gobierno canadiense a fin de que se tomen medidas adecuadas que le faciliten la vida a los matrimonios y a las parejas en unión libre que están en el proceso de patrocinar a sus parejas desde dentro de Canadá.
Sin duda este es un problema muy serio que está afectando a muchísimas parejas. Supuestamente a los casos de matrimonio, ya sea los casos que se hacen desde dentro de Canadá como también los que se procesan a través de alguno de los consulados canadienses alrededor del mundo, se les debe dar prioridad de procesamiento según la política migratoria del país. Sin embargo, en los últimos años lo que se ha visto en ambos procesos es una tardanza inhumana en términos del proceso en sí.
Esto se puede notar cuando se inicia uno de estos procesos y se revisan los tiempos de procesamiento, desde dentro del país estos tiempos pueden estar por ejemplo en seis o siete meses, pero después, y sin ningún tipo de aviso, estos saltan a 13 meses, lo que significa que la persona que inició el trámite sabiendo que únicamente tendrían que esperar seis meses, de repente tiene que esperar el doble para que haya una aceptación de su pareja, y después otro año para que se le dé la residencia permanente.
A estos tiempos ahora se le debe agregar la demora ocasionada por el cambio de oficina de procesamiento. Los casos de matrimonio dentro del país fueron cambiados de la oficina de procesamientos de Vegreville Alberta a la de CPC Mississauga. Hay muchos casos que deberían haber recibido la primera aceptación pero fueron los que se transfirieron a la nueva central de procesamiento y no se puede obtener ninguna información acerca de ellos. Me imagino que estarán en cajas esperando para ser resucitados.
Para las personas que están procesando su caso desde fuera de Canadá obviamente el problema principal es la separación de la pareja. Y de hecho hay algunos consulados canadienses que se están tardando hasta 30 meses para terminar un proceso.
Pero cuando la persona se encuentra dentro del país, uno de los principales problemas es que el solicitante únicamente posee una visa de turista durante el proceso hasta el momento en que hay una aprobación. Esta aprobación significa que un oficial de inmigración ha revisado el caso y ha llegado al fallo de que es una relación legal, ya sea un matrimonio o una pareja en unión libre, y que es también una relación genuina, es decir que no se han unido únicamente con el objetivo de obtener la residencia permanente sino que en realidad hay una relación verdadera.
Es hasta ese momento, hasta que el solicitante recibe una carta del gobierno diciendo que creen que efectivamente es una relación genuina, que esa persona, tanto el solicitante principal como los hijos, si es que los tiene, dejaran de ser turistas en Canadá.
Mientras estén como turistas no tiene derecho a trabajar, a estudiar, tampoco tiene derecho a seguro de salud. Y pueden estar un año o más esperando para poder hacer el trámite para obtener esta documentación que les permitirá ser algo más que turistas en el país.
Personalmente he visto, a través de los años que tengo trabajando como Consultora de Inmigración, cómo esta situación causa muchísima tensión dentro de la pareja, puesto que hay solamente un salario, porque si hay un problema médico se tiene que pagar en efectivo, a menos que se tenga un seguro de salud los cuales son bastante costosos. Entonces, esta tardanza en los procesos migratorios no solamente causan problemas económicos a la pareja sino que también causan problemas emocionales, y en muchas instancias incluso ocasionan separaciones de la pareja, ya que el solicitante principal se cansa y se regresa a su país de origen.
Existe la creencia falsa de que hay muchísimas personas quienes quieren venir a Canadá y que no faltan algunas que se casan solamente para obtener la residencia permanente. La realidad es que la mayoría de personas se casan por amor y porque quieren estar con su pareja, y si la pareja vive en Canadá pues lógicamente quieren hacer su vida aquí.
Muchas de estas personas que son patrocinadas realmente abandonan sus profesiones, sus hogares bien establecidos, abandonan a sus familias para venir a Canadá con su pareja, y a pesar de que están con la persona que aman tienen que pasar por muchas dificultades.
Yo estoy de acuerdo con la señora que me escribió la semana pasada, quien propone que en el momento en que se envía una solicitud para patrocinio por matrimonio y el solicitante recibe prueba de recepción de la solicitud, el gobierno debería permitir que esa persona obtenga un permiso de trabajo y que pueda también obtener un permiso de estudio y su seguro de salud.
Definitivamente es injusto e inhumano mantener a estas personas en un estado de inseguridad y en un estado económico frágil, y ocasionarles problemas emocionales gratuitos.
Lo que hay que hacer es exactamente lo que ya se ha iniciado. Hay que contactarse con el miembro del parlamento federal correspondiente, organizarse como grupo de cabildeo, y convencer al gobierno, específicamente al Ministro de Inmigración, de que se tomen las medidas adecuadas para agilizar los procesos para que estas personas no tengan que pasar por necesidades y por este tipo de sufrimientos. Hay que otorgarles un permiso de trabajo para que puedan estar colaborando con su pareja durante todo el tiempo que dura el proceso migratorio. Ayudemos a las personas en esta situación a aliviar su sufrimiento.
La página de Facebook se llama “Canada Inland Spousal Sponsorship Petitioners”.
