En la era digital, la abundancia de información contradictoria sobre la alimentación infantil puede resultar abrumadora. Un día, un artículo asegura que la leche es esencial para el desarrollo de los niños, y al día siguiente, otro sugiere que debería evitarse. De igual manera se habla constantemente de qué grasas son saludables o no para nuestros hijos.
Este bombardeo constante de mensajes divergentes puede alejar a los padres de su intuición natural y de cómo los niños podrían, por sí mismos, equilibrar sus comidas sin presión.
En este contexto, la asesoría de un coach de crianza en Toronto puede ser invaluable para guiar a los padres a través de estos desafíos. Es por eso que hablamos con Tania Grinberg, quien es Coach de Crianza y tiene una Maestría en Educación de la Universidad de Toronto. Ella nos dio unos tips para mejorar la relación que los niños tienen con la comida.
¿Qué es un Parent Coach?
Un parent coach ofrece consultorías presenciales o virtuales, proporcionando un espacio donde las familias pueden explorar y definir sus metas y valores. Este enfoque se centra en los padres, independientemente de la edad de los hijos, y busca fortalecer la relación entre padres e hijos.
Un coach de crianza trabaja exclusivamente con los padres, ayudándolos a identificar y nombrar los retos que enfrentan, así como a comprender las respuestas emocionales que estos desafíos despiertan en ellos.
Ver esta publicación en Instagram
Consejos para darle de comer a tus hijos
- No hablar del peso o cuerpo de las personas: Especialmente en frente de los niños, para evitar que desarrollen una imagen corporal negativa.
- No utilizar lenguaje negativo para describir alimentos: Evitar términos como "chatarra" o "basura" para que los niños no asocien ciertos alimentos con culpabilidad o vergüenza.
- No premiar o castigar con comida: Usar la comida como recompensa o castigo puede crear una relación poco saludable con la alimentación.
- Ofrecer comidas balanceadas y confiar en que los niños comerán lo necesario: Permitir que los niños escuchen a su propio cuerpo y coman las cantidades que necesitan.
- Comer en familia en un ambiente relajado y amoroso: Siempre que sea posible, hacer de las comidas un momento para compartir y fortalecer vínculos familiares.