Durante los últimos días el mundo ha sido impactado con las imágenes de miles de afganos tratando de abordar, a como dé lugar, aviones de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos en el aeropuerto de Kabul. El objetivo es salir del país tras la llegada nuevamente al poder de un gobierno talibán a Afganistán.
Las imágenes muestran la desesperación de un sector importante de la población, específicamente del sector que apoyó a las fuerzas de ocupación que invadieron el país y que sacaron del poder a los talibanes que gobernaban Afganistán en el 2021. 20 años después, los talibanes regresan al poder tras la salida del país de las tropas de los Estados Unidos y de la OTAN, incluida Canadá, y se esperan represalias.
Pero Canadá se ha comprometido desde un principio a acoger a los afganos que huyen de la persecución. El Ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, Marco Mendicino, ha sido claro en la posición canadiense:
“Ofrecer refugio a los más vulnerables del mundo habla de quiénes somos como canadienses, particularmente en tiempos de crisis. A medida que más refugiados afganos continúan buscando refugio en Canadá, redoblamos nuestros esfuerzos para ayudar a 20,000 refugiados afganos, que siguen siendo vulnerables dondequiera que vayan, a encontrar seguridad aquí. La situación en Afganistán es desgarradora y Canadá no se quedará de brazos cruzados”.
Esta declaración del Ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá resume el papel de Canadá como proveedor de ayuda humanitaria a los más vulnerables del mundo.
Hay que recordar que el 15 de agosto de 2021, el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, se vio obligado a huir del país en momentos en que la capital, Kabul, era capturada por los talibanes.
Los talibanes son un grupo terrorista violento que surgió en Afganistán en 1994, y que llegó al poder en 1996 e inmediatamente impuso una interpretación severa del Corán con graves castigos públicos que incluyeron tortura y ejecuciones masivas. Entre otras violaciones de los derechos humanos que ocurrieron con la toma de posesión de los talibanes, los derechos de las mujeres fueron severamente restringidos.
El papel de Canadá en Afganistán comenzó después de los ataques de Al-Qaeda el 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos. Ese día, Al-Qaeda, una organización islamista extremista dirigida por Osama Bin Laden, mató a 3,000 personas, incluidos 24 canadienses, en el ataque al World Trade Center, en la ciudad de Nueva York, y al Pentágono, en Washington. El liderazgo de Al-Qaeda aparentemente estaba basado en Afganistán.
El día después de los ataques, el entonces Primer Ministro de Canadá, Jean Chrétien, prometió el total apoyo de Canadá a los Estados Unidos. Y así comenzó la participación de Canadá en Afganistán, involucrándose en la campaña multinacional liderada por Estados Unidos para invadir Afganistán. Canadá participó en los esfuerzos militares por tierra, aire y mar en Afganistán, además de proporcionar recursos diplomáticos, civiles y de inteligencia.
Nuestras fuerzas canadienses lucharon contra Al-Qaeda y los talibanes y ayudaron en las operaciones humanitarias que dieron lugar al nuevo gobierno interino de Afganistán del 2001 al 2014. Pero la guerra en Afganistán se cobró la vida de 158 soldados canadienses e hirió a más de 2,000 más. Además, siete civiles canadienses murieron.
Canadá retiró sus tropas de Afganistán en el 2014 después de haber participado en Afganistán desde 2001.
Existe un gran debate sobre si Canadá debería haber estado o no en Afganistán, pero como miembro fundador de la OTAN, Canadá tenía la obligación de unirse a las fuerzas de la coalición.
La OTAN, el Tratado del Atlántico Norte, fue firmado en Washington el 4 de abril de 1949. Es una alianza política y militar creada inicialmente para enfrentar el avance de la entonces Unión Soviética en occidente, y posteriormente para promover la estabilidad del área del Atlántico Norte. Se basa en los principios de democracia, libertad individual y estado de derecho.