La limpieza y la pulcritud son elementos indispensables en la vida de una persona. Desde el aseo personal hasta el hecho de limpiar a fondo tu casa o cualquier otro ambiente en el que nos desarrollamos, tiene un afecto significativo sobre nuestra vida. Cuando vivimos entre la suciedad, no solo nos exponemos a enfermedades e infecciones peligrosas, sino que sentimos los lugares muy cargados e incómodos en demasía.
Hoy en día, cuando se ha tomado conciencia de la fragilidad e importancia de la salud, es más necesario que nunca contar con una correcta limpieza, por lo que para muchos es sorpresa que no se trata de solo barrer y trapear, sino que hay otros elementos a considerar para obtener un ambiente concretamente limpio. Acá encontrarás cinco métodos que te puedes servir:
1. Primero limpia y luego desinfecta
Hay importante diferencias entre limpiar y desinfectar. Si hacemos lo primero, sin hacer lo segundo, quitamos la suciedad pero no matamos cualquier tipo de virus o bacterias que puedan encontrarse en la superficie nuestras cosas; mientras que desinfectar sin limpiar es sinónimo a matar los gérmenes dejando los desechos, desperdicios y suciedad presente en el ambiente.
Para hacer el proceso completo es importante limpiar todas las áreas de la casa con el método que prefiramos, pero luego, debemos proceder con la desinfección que puede hacerse con alcohol, cloro o lejía sin detergente.
2. Superficies lisas primero
A diferencia de los objetos o lugares con superficies desiguales o porosas, los objetos con superficies planes y uniformes tienen más dependencia a albergar gérmenes, virus y bacterias. La correcta limpieza y desinfección de estos objetos también se puede hacer utilizando alcohol o lejía y se les debe dar prioridad al momento de realizar la limpieza.