Este 4 de abril se celebró en todo el país el Día de los Derechos de los Refugiados, una celebración que busca resaltar los derechos que poseen en el país aquellas personas que, por razones de raza, religión, credo político o violencia intrafamiliar, entre otros factores, debieron abandonar sus países de origen y refugiarse bajo la protección canadiense.
Esta celebración se lleva a cabo cada año, dado que fue el 4 de abril de 1985 que la Corte Suprema de Justicia de Canadá reconoció los derechos que tienen todos los solicitantes de refugio en la Carta Canadiense de Derechos y Libertades.
A dicha decisión se le conoce también como la decisión ‘Singh’, en reconocimiento a Harnhajan Singh, Sadhu Singh Thandi, Paramjit Singh Mann, Kewal Singh, Charanjit Singh Gill, Indrani y Satnam Singh, quienes llevaron su caso ante la Corte.
Yo recuerdo perfectamente esa fecha dado que en la oficina donde trabajaba en ese entonces nos volvimos locos enviando solicitudes y trabajamos toda la semana para poder reabrir los casos que habían sido denegados por razones similares a las presentadas por los Singh.
En resumen, la sentencia de la Corte Suprema estableció que los refugiados tenían los mismos derechos que tiene cualquier otra persona que se encuentre en suelo canadiense, que estaban protegidos por la constitución canadiense, por el Acta de Derechos y Libertados, y que por tanto eso les daba el derecho a tener una audiencia ante una persona que iba a escuchar o a tomar la decisión sobre su caso.
Porque ese era básicamente el problema en esa época, definir si el proceso de determinación de refugiados existente en ese momento era válido, dado que no necesariamente proveía al demandante con una audiencia oral.
Los demandantes alegaron que este proceso violaba leyes de la Carta Canadiense de Derechos y Libertades (Canadian Charter of Rights and Freedoms) y de la Carta Canadiense de Derechos (Canadian Bill of Rights).
Y la Corte Suprema determinó que el proceso existente en ese momento efectivamente violaba las leyes canadienses, y ese fue el precedente legal que cambió la Ley de Refugio y creó el programa de refugio en Canadá. Con dicho dictamen fue que nació el sistema de refugio tal y como se conoce hasta la fecha, y es por eso que el 4 de abril se toma como uno de los días más importantes en lo que sería el trabajo de defensoría de los refugiados y refugiadas en Canadá.
En este sentido, es importante entender el sistema de refugio y saber que, si un caso es verídico y está bien preparado, la persona tiene oportunidades de ser aceptada. La base es demostrar que hay un temor bien fundado de persecución y de que la seguridad o la vida de la persona corre peligro en su país de origen, y se debe poder explicar y documentar muy bien tanto las razones que han llevado a esa persecución como la persecución en sí.
Las personas que piden refugio pueden quedar bajo una de dos categorías: Refugiado de Convenio o Persona Protegida. En términos legales estas dos categorías son altamente complicadas, pero trataré de simplificarlas.
La categoría de Refugiado de Convenio aplica para quienes satisfacen al Consejo de Inmigración y Refugio de Canadá de que están siendo perseguidos, o que van a ser perseguidos si regresan a su país de origen, sobre la base de cinco razones específicas: Por su opinión política; Por pertenecer a un grupo social en particular; Mujeres que son abusadas por sus parejas simplemente por ser mujeres; Personas que son perseguidas por su orientación sexual; Personas que están siendo perseguidas por su raza, nacionalidad o credo religioso.