El último martes en el famoso Hugh’s Room de Toronto, Jane Harbury presentó un noche especial denominada “Discoveries”, que sirvió como vitrina para mostrar los nuevo talentos de la ciudad, así como también significó el debut del artista Rudy Silvamer de México, un joven estudiante que hace una fusión de música pop y electrónica establecida en arreglos clásicos que llama “space orchestra.”
Rudy nació en México y desde los 11 años empezó haciendo cortos, películas de animación y escribiendo desde los 13 años. También toca el piano y siempre fue autodidacta.
Decidió cambiar de aires y llegó a Canadá con un visa para estudiar e ir al, Royal Conservatory donde tomó clases de cine. Actualmente se encuentra cursando el cuarto año de Neurociencia.
“Es muy difícil encontrar el balance entre el trabajo y mi pasión, pero disfruto con lo que hago”. Rudy estudió piano clasico pero no quería quedarse encasillado en un sólo estilo musical. Soy un fan Micheal Jackson y mi influencias en música son amplias, escucho desde Motown hasta Disco porque mi papa escuchaba eso en México”, dijo.
El artista nos muestra su trabajo en el cortometraje “Life is a Symphony” un video que relata la vida de un músico joven que vive en la ciudad de México y que sueña con convertirse en un pianista en los EE.UU. A pesar de talento y determinación, su solicitud de inmigración con el sello de "Rechazado" hace que busque nuevos horizontes. La película hace eco de algunas de las pruebas de ciudadanía que se enfrentan Silvamer mientras se mueve de México a Canadá.
"Este videoclip narra mi historia y trata sobre lo difícil que es para un artista latino llegar a conseguir oportunidades y encontrar sus sueños en un lugar alejado. Las discográficas quieren un corte limpio y mirada cercana y no el canto de un mexicano con un acento”
Estas películas y canciones tratan sobre un tema muy personal de Rudy y de muchos otros estadounidenses latinos que se encuentran en América del Norte tratando de hacer una vida lejos de los suyos.
A principios de este año, Rudy entró en un concurso de EMI MusicCanadá para ganar un contrato discográfico. A pesar de haberse colocado entre los tres primeros puestos gracias al apoyo de sus fans, el artista fue eliminado por no ser canadiense.
"Tuve la suerte de que personas como María Ito de CBC y Jane de la Sala de Hugh arriesgaran todo por mí, sé que fue un enorme riesgo porque yo no soy el tipo tradicional de la música que viene aquí. La música para mi es un escape, sin embargo, quiero que mi música pueda dejar un mensaje a todo aquel que la llegue a escuchar”, expresó Rudy.
Un claro ejemplo de cómo el deseo de superación y el trabajo por conseguir un sueño logra alcanzar repercusiones que pueden ser inspiradoras.
Publicado: 1 de junio, 2012
Texto y Fotos: Christian Peña