Estar en bancarrota no es un impedimento para comprar un auto en Canadá, incluso si estás recién llegado al país, no tienes la residencia y anteriormente ha habido problemas para la concesión de otros créditos. "Lo más importante es atender los pagos mensuales con rigurosidad", afirma el colombiano Álex Pertuz, de la empresa Car Finance Canada-Autorama, quien semanalmente negocia el crédito a más de una decena de personas para que puedan acceder a su auto.
"Muchas personas no conocen cómo funciona el sistema para solicitar un crédito o quizás no han tenido suerte al pedir otros préstamos anteriormente, pero nosotros tenemos muy buena relación con todos los bancos e intentamos conseguir el crédito para el auto con la mejor tasa posible", explica Pertuz.
Lo esencial es que el cliente pueda garantizar unos ingresos mensuales mínimos de 1.800 dólares, pero en caso de que no llegue a esta cantidad siempre puede solicitar el aval o ayuda de un segundo que le complete el monto mínimo requerido.
Así este especialista del mercado crediticio para automóviles es capaz de conseguir un préstamo con unos intereses del 3,9% "para quien tiene muy buena evaluación crediticia", pero habitualmente se sitúa en torno al 10-12% y en los casos más delicados al 20-25%.
"En el peor de los casos es porque, quizás, la persona sea un inmigrante que acaba de llegar a Canadá sin residencia y sin historial crediticio, pero si se atienden los pagos mensuales con rigor, esa tasa la podemos renegociar en un año para que se quede al 8%, por ejemplo", relata Pertuz. "Incluso una bancarrota no impide que te concedan un crédito, pero si es prácticamente imposible si además se dejó de atender los pagos. Eso es muy importante", recalca.
Su equipo ofrece un catálogo de 180 automóviles fabricados entre los años 2007 y 2011, ya que "difícilmente los bancos conceden un crédito para un vehículo de antes de 2007, a no ser que tenga menos de 130.000 kilómetros recorridos".