Por Juan Carlos Ramirez-Gaston FIFA Match Agent
(IG: @JCRGASTON; X @JuanFutbol5)
Una noche con brillos especiales que adornaban el estadio Chase de Miami, en donde el equipo rosado de Inter de Miami con Messi y compañía se jugaban una final para llegar a la finalísima de la CONCACAF CHAMPIONS CUP.
Desde el inicio, Inter de Miami se hizo sentir en el campo de juego y con un estadio lleno de algarabía que inducían a la artillería de Inter a buscar el gol desde el inicio. Es así como logran anotar por intermedio de Jordi Alba a los 8 minutos de juego con lo cual todo hacía parecer que sería una noche rosada y mágica.
Vancouver Whitecaps quiso reaccionar y adelanto sus filas creando situaciones que apremiaban y hacían notar la deficiencia y lentitud defensiva de los locales. De igual manera Inter de Miami seguía presionando para anotar ese segundo y ansiado gol que hubiera cambiado el rumbo del partido.
En fútbol las oportunidades que se presentan hay que aprovecharlas y consideramos que fue crucial en el marcador final. Los locales tuvieron varias oportunidades de anotar y dar tranquilidad desde el primer tiempo a la serie que hasta ese momento el equipo canadiense estaba adelante.
Con un Messi enchufado en el partido, buscando crear situaciones de peligro, haciendo esfuerzos que daban esperanzas a una hinchada llena de pasión y cariño al esfuerzo del campeón mundial junto a Busquets, Suarez y Alba; los pilares del equipo.
Corresponsal en Miami: Juan José Romero – Fotógrafo: Ernest Segundo
Para el segundo tiempo, Vancouver Whitecaps sale con una mentalidad tácticamente bien entendida por los jugadores y enfocada en hacer daño a los locales, dándole un impulso físico y dinámico al partido. Siendo así, a los 47 minutos el seleccionado y joven mediocampista canadiense Ahmed intento y disparo desde larga distancia probando al golero mundialista Urtari quien respondió bien.
Vancouver continúo buscando el arco rival y llega el empate a los 50 minutos ante un contragolpe bien ejecutado y anota por intermedio de Brian White. Los visitantes habían logrado su objetivo de empatar y motivó para que de inmediato en otra jugada con mucha velocidad Pedro Vite anote el segundo gol.
Miami sorprendido por esos goles que destruyeron toda una sensación de triunfo, más aun enfrentando a un equipo que le había perdido el respeto a los grandes jugadores que tenían en frente.
Inter buscaba el empate en diversas formas con Suarez y Messi pero toda intención fue bien calmada por el buen portero Yohei Takaoka y una defensa solida que supo manejar la presión en los diversos tiempos del partido.
Ya con los locales buscando desesperadamente el empate, Vancouver aprovecho esas falencias defensivas y el cansancio de los astros rosados, para que Sebastian Berhalter ponga a los 70 minutos el tercero que liquidó las esperanzas del equipo y publico de Miami.
Una noche histórica y espectacular para el fútbol y club canadiense que llega a una final de copa motivado porque dejo en el camino primero a un gran equipo y al favorito por la prensa, el público y el mismo papel.
Corresponsal en Miami: Juan José Romero – Fotógrafo: Ernest Segundo