Canadá se ha posicionado como una de las grandes potencias tecnológicas y digitales en estos últimos años, por lo que no es de extrañar que algunas de sus ciudades más importantes hayan acaparado la atención internacional en esta materia. Toronto es uno de los mejores ejemplos de este proceso, gracias a una serie de iniciativas impulsadas por la administración pública y respaldadas por un sector privado que está sabiendo avanzar en la buena dirección.
Esta estrategia a favor de la innovación tecnológica y el desarrollo digital ofrece una ventaja competitiva fundamental para distintos sectores, especialmente para aquellos que llevan varios años apostando sin reparos por aumentar su presencia en Internet. Uno de los casos más interesantes es el de cualquier casino online, que ha sabido adaptarse a un nuevo mercado donde el usuario gana un peso muy importante frente a los modelos de consumo más tradicionales.
A través de cualquier dispositivo con conexión a Internet, podemos acceder a un amplio abanico de juegos de forma totalmente gratuita. Además, el catálogo de títulos se actualiza periódicamente con la intención de ofrecer la mejor relación calidad-precio, al mismo tiempo que se mantienen juegos clásicos que tienen muy buena acogida entre los usuarios.
Las compañías que se dedican al eGaming, al comercio electrónico o a las plataformas de streaming suelen tener muy buena penetración en estas ciudades, debido al enorme trabajo que han realizado para impulsar el acceso a Internet y reducir al máximo la brecha digital. De este modo, todos los ciudadanos tienen posibilidades reales de conectarse a Internet, mientras que las mejoras en la conectividad permiten que estas empresas mejoren su servicio con el paso del tiempo.
Las oportunidades se multiplican para las empresas
Por supuesto, las compañías puramente digitales no son las únicas que se ven favorecidas con todo este proceso, sino también otros sectores como el textil o la automoción. Esto hace que empresarios como Amancio Ortega hayan decidido invertir en Toronto, adquiriendo un edificio emblemático de la ciudad y realizando un desembolso espectacular.
La intención de este tipo de adquisiciones tiene que ver con aumentar la presencia internacional por parte de compañías y empresarios, que también diversifican su actividad para no depender únicamente de una fuente de ingreso. El resultado suele ser muy positivo a medio plazo, sobre todo para aquellas organizaciones que están sabiendo aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el entorno digital.