Una vez más, El Caballero de la Salsa ha llenado las noches de Toronto con sonidos tropicales y salseros que le dieron sabor estas gélidas noches del ocaso invernal. En esta particular noche, el clima fue propicio para salir de casa en tacón y actitud para recibir el regalo de una gran noche al lado de Gilberto Santa Rosa.
Y vaya que noche nos regaló.
El punto de encuentro fue el Queen Elizabeth Theatre, un local abarrotado de butacas en el cual la gente encontró de igual manera la manera de hacer del recinto una gran pista de baile. Sobre los pasillos se derrocharon movimientos alegres y romances vivos para una fría noche de febrero.
En este concurrido evento, varias parejas se dieron cita al igual que varios grupos de amigos que compartían el amor latino por la sala, quienes llegaron para bailar al son de este grande de la música tropical. El evento inicio de lleno con la aparición estelar de Gilberto, quien no se requirió de ningún telonero, su mera presencia y su gran equipo de músicos dieron a ver que ellos eran el show completo.
En esta ocasión, el show del Caballero de la Salsa fue titulado "40… y contando!", lo cual da una idea del espíritu celebratorio de este concierto. Gilberto abrió con unas palabras de bienvenida y una presentación de "Déjate Querer", acto seguido mencionó que ya han sido 40 años de trayectoria, de éxitos sembrados y cosechados, tanto salseros como románticos, y continuó expresando su deseo de seguir cantando por otros 40.
La sinergia que se generó durante la noche sólo puede describirse como increíble. Sus seguidores llenaban la sala de conciertos, todos coreando cada una de las canciones. Éxitos como "Que Manera de Quererte", "Caballo Viejo", "Yo No Te Pido", "Sin Voluntad", "Conteo Regresivo", "Mal Herido", "El Amor de Mis Amores", "Somos Almas Gemelas", y "La Conciencia", con la cual todos perdieron la razón al cantarla junto a su ídolo.
Ya al llegar a "Un Montón de Estrellas" llegó el momento donde la gente abandonó los asientos y no pudo más que bailar, creando un momento especial entre el público y Gilberto.
Durante su presentación comentó la forma en la cual él le canta al amor y al desamor, agregando que, por alguna razón, las de desamor son las canciones más queridas y las más pedidas. Según Gilberto, al latino le gusta sufrir, pero con mucho sabor, ritmo, notas y letras
Canalizar los desamores y convertirlos en semejante júbilo es un talento que pocos, entre ellos el Caballero, poseen.
La banda instrumentista fue pieza clave en el concierto de esa noche, en donde hacia una conjunción de experiencia y juventud: Músicos que han trabajado junto a Gilberto desde hace 30 años y músicos que nacieron al tiempo que la carrera del artista. Gilberto dio más palabras a los asistentes, mencionando países con quienes mantiene un estrecho cariño y, por supuesto, enviando un saludo cariñoso a la gente de su natal Puerto Rico, mencionando la alegría que le brindaba el que todos se reunieron esa noche.
Los fans corrieron hacia el pit para poder entrar en contacto con el Caballero y cantar junto a él. Cada melodía les recordaba algún momento crucial en sus vidas, reflejados en el sonido y letras de este tan querido artista. A pesar del contenido de desamor en algunas piezas, el ritmo y los sonidos les dan la vuelta a los tristes sentimientos para hacer a los salseros bailar hasta olvidarse de sus asientos por completo.
Una gran noche y un excelente concierto, teniendo al Caballero dando la misma vitalidad que ha dado durante 40 años en el escenario. Ver a Gilberto Santa Rosa en vivo se convirtió en el pretexto idóneo para bailar al ritmo de la salsa en una noche donde las estrellas sobre Toronto fueron testigos de lo mejor del sabor latino.
