La sensibilidad al tacto físico es de las sensaciones más vividas que el ser humano puede experimentar. Sin embargo, existe una fórmula similar pero distinta y etérea, y esa es la música.
Muchos géneros musicales logran este objetivo, hacer erizar la piel y sentir la electricidad en todo el cuerpo. Ahora, cuando mezclas melodía, ritmo y sensualidad, nos da como resultado figuras como Anthony Santos, mejor conocido como Romeo Santos.
El Rey Estadounidense llegó aquella noche a Toronto, una vez más las flamas de la noche hicieron de ese evento un espectáculo excepcional para dar inicio a la excelente velada.
Acompañado por Karen Rodríguez con uno de sus singles "La Tonta de Abril", su voz nos dio la más cálida bienvenida. Llegando el momento esperado, las luces y series de tonos en el escenario, acompañados los gritos de emoción que la fanaticada exclamaba, dieron paso a la entrada triunfal de Romeo Santos que sin más ni más. El Rey tomó el micrófono y lo hizo suyo, dando apertura con “Doble Filo” seguido por “Promise”, una pieza que realizó al inicio de su carrera como solista en 2011 después de haber dejado su conjunto Aventura, ¿lo recuerdan?
Con Aventura conocimos a Romeo, en donde la bachata con tonalidades románticas fueron marcadas por un sello difícil de olvidar.
El Rey comenzó a hacer interacción con los presentes, y vaya que tremendo carisma tiene este artista, no sólo la sonrisa que derrite a más de una, sino su personalidad y magnetismo con su público, la cual es pieza clave para que sus éxitos tengan mayor popularidad y sentido para sus seguidores. El orgullo latino que expresa en cada una de sus palabras, y la pasión con la que se entrega en los escenarios es de las cosas que más brillaron aquella noche.
Siguiendo con el repertorio musical, Romeo nos deleitó con éxitos como "Por un Segundo", "Eres Mía", “La Imitadora”, “La Diabla”, “Los Infieles”, “Héroe Favorito”, “Soberbio”, y dos de sus colaboraciones con Drake (“Odio”) y Carlos Santana (“Necio”).
Dentro de la interacción con el público, Romeo tiene la costumbre de invitar asistentes al escenario en sus shows, y este show no fue la excepción.
Primero invitó a dos caballeros, que se supieran la letra de Bella y Sensual, lo manejo a manera de concurso e interactividad al espectáculo. Vaya que salió muy bien, pese a los nervios de los invitados, la canción tuvo su gran encanto, y nos recordó que Romeo tiene un lado comediante.
Otra de las grandes muestras de cariño hacia sus fans es el subir a una mujer al escenario para darle un inesperado beso después de cantarle al oído. Romero tiene ese Charming Touch que le es tan nato y les da un sello excepcional a sus melodías, haciendo que sus seguidores se enrolen cada vez más en su género musical.
También nos llevó a viajar en el tiempo y recordar esas canciones con las que todos recordamos a algún amor del pasado y los inicios de la carrera de este gran artista, éxitos de Aventura como “Mi Corazoncito”, “El Malo”, y “Solo por un Beso” hasta cerrar la noche con “Obsesión”. Y nuestra fue la obsesión de querer seguir cantando sus canciones.
Así fue como la estancia del Rey fue todo un éxito, el producto, el ritmo y su carisma (sin mencionar su sonrisa) hicieron uno los eventos más esperados de este invierno, lleno de fuego gracias a Romeo Santos y los espectadores de aquella noche.
