Los resultados de las elecciones en términos de quien es nuestro nuevo Primer Ministro no fueron sorpresa, pero lo que si fue sorpresa fue el hecho de que los Liberales obtuvieran un gobierno de mayoría.
El sistema electoral Canadiense no permite votar por primer ministro directamente, la votación se hace por miembros del parlamento y el partido que obtenga el mayor número de parlamentarios será el partido de gobierno.
Los gobiernos se pueden dividir en gobiernos de minoría y en gobiernos de mayoría. Un gobierno de minoría significa que las propuestas presentadas por cualquiera de los partidos en el parlamento pueden ser bloqueadas, o negociadas, por los otros partidos si ellos no las apoyan. En otras palabras este es el mecanismo de control que ofrece una democracia.
Al igual que en el último período del gobierno Conservador, esté que está finalizando, Justin Trudeau y el partido Liberal se encuentran con la potestad absoluta de presentar y pasar leyes en el Parlamento sin que pueda presentarse oposición, simplemente porque el número de votos en contra nunca será mayor al número de votos a favor.
El hecho de tener gobiernos de mayoría facilita y acelera los procesos, justamente porque no hay oposición, pero en mi concepto puede llegar a ser peligroso. Si los planteamientos del gobierno son buenos, es perfecto; pero si los planteamientos no lo son, nos encontramos con cosas tan contrarias a nuestros valores como restringir la libertad de religión que fue lo que ocurrió con la prohibición del uso del Niqab en las ceremonias de ciudadanía.
De acuerdo con la plataforma de campana del Partido Liberal el uso del Niqab no será más un veto para el juramento de ciudadanía. Es decir, que tendremos nuevamente derecho de tomar la decisión de cómo nos vestimos para cada ocasión, derecho que les fue quitado a las mujeres musulmanas por cerca de 2 años bajo el gobierno conservador.
Justin Trudeau se comprometió durante su campaña a hacer cambios fundamentales a los procesos de inmigración, entre los cambios propuestos están:
- Revertir la edad de dependencia de hijos a 22 años – el gobierno conservador lo había bajado a 19
- Duplicar el cupo de solicitudes de residencia permanente para padres y abuelos –pasar de 5,000 a 10,000 solicitudes por año
- Dar puntos adicionales en el Express Entry a quienes tengan hermanos en Canadá,
- Eliminar la condicionalidad de la residencia permanente de personas patrocinadas por sus conyugues o parejas y duplicar el presupuesto para agilizar el proceso,
- Eliminar el costo de $1000 del procesamiento de LMIA para niñeras
- Invertir 200 millones adicionales para el procesamiento de solicitudes de refugio y así acelerar el proceso,
- Establecer un panel de expertos en Derechos Humanos para la determinación de Países de origen designados y darles el derecho de apelación de decisiones de refugio negadas a los nacionales de estos países,
- Eliminar el nombramiento de miembros del IRB sin conocimiento en la materia (`jueces de refugio`),
- Restablecer completamente la cobertura de salud para refugiados en proceso,
- Eliminar la visa para Mexicanos y considerar la eliminación de visas para otros países entre otros,
- Modificar partes o eliminar la Ley C 24 y la C 51 que generaron clases diferentes de Canadienses entre otros.
Pero tal vez la propuesta más interesante, en mi manera de ver, es la de cambiar el sistema electoral para que la representación partidista en el parlamento sea más representativa de la voz de los Canadienses. En otras palabras, el número de representantes de cada partido en el parlamento estaría determinado por el porcentaje de votos obtenido por cada partido. Esto haría que la mayoría en el poder fuera más difícil obtenerla y por tanto el ejercicio de control democrático sería más fácilmente ejercido.
Las últimas dos elecciones nos han dejado con gobiernos de mayoría. Si bien es cierto que los resultados de estas elecciones en términos del partido elegido para gobernar me dejan muy contenta, también es cierto que nunca he estado de acuerdo con las mayorías en el poder por el simple hecho de que parecen más una dictadura democráticamente electa que una democracia como tal.
Tenemos ahora cuatro años de gobierno Liberal `garantizado` porque bajo los gobiernos de mayoría no existe la posibilidad del `voto de no confianza` que llamaría a elecciones prematuras en caso de que el partido de gobierno no esté cumpliendo con sus promesas. Durante estos cuatro años tenemos que seguir de cerca el desempeño del gobierno para que en el 2019 podamos tomar a conciencia la decisión de si re-elegimos a Justin Trudeau o si elegimos un nuevo líder.
Los planteamientos hechos por el partido Liberal en términos de inmigración, a mi juicio son justos y beneficiosos para todos. Después de casi de 10 años de endurecimiento de las leyes y en cierta forma de estigmatización de los inmigrantes era hora de poner un alto a la segmentación de la sociedad y volver a los principios de inclusión Canadienses donde todos podamos volver a sentirnos Canadienses, orgullosos de nuestro pasaporte y personas claves en el desarrollo y crecimiento del país independientemente de nuestra raza, genero, religión, filiación política o país de origen.
Claudia Palacio., RCIC
ICCRC R 416911
*Claudia Palacio es Consultora de Inmigración Certificada y colaboradora de este semanario. Pueden dirigir sus preguntas a claudiap@filici.com
Publicado: 21/10/2015
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