Cuando surge una vacante o hay que cubrir un nuevo puesto de trabajo, los departamentos de recursos humanos tienden a buscar candidatos de puertas afuera. No digo que no haya que hacerlo, sino que puede que exista una opción mejor: mirar cerca de nosotros. Con frecuencia, ascender o reubicar a un trabajador supone una gran ventaja para todos: para la corporación y para los empleados.
¿Por qué entonces suele rechazarse esta opción? Algunas empresas sienten que elegir a uno y no a otro podría romper la igualdad en el equipo; temen que poner como superior a alguien, que hasta ahora estaba al mismo nivel, cree problemas de envidias en el resto o que un cambio de funciones pueda ser visto como un agravio comparativo por los compañeros. Pero eso no tiene por qué ocurrir con una adecuada gestión emocional.
Los líderes empresariales no son padres que deban actuar por igual con todos sus hijos, sino personas con una misión que cumplir. Y para ello deben dar los pasos necesarios con determinación; aunque, eso sí, sin dañar el clima laboral.
En mi opinión, resulta importante intentar siempre el reclutamiento interno por varias razones:
Lee también: ¿Jerarquías en tu empresa?
- Retiene el talento. El llamado "boreout", ese aburrimiento que genera hacer lo mismo cada día, sin ver una posibilidad de cambio en el horizonte, es muy peligroso para las empresas porque produce desmotivación, absentismo y baja productividad. Las corporaciones deben estar en permanente cambio, adaptándose a las veleidades de los mercados y buscando nuevas oportunidades, y eso es incompatible con tener a trabajadores calentando la silla.