Un año más el teatro Roy Thomson Hall de Toronto se vistió de gala por el espectáculo ''Noche de Flamenco'' que brindó el fantástico guitarrista, Paco Peña. Con el éxito que se esperaba, el público de Toronto disfrutó del talento del artista, quien vino con grandes estrellas del baile y canto de flamenco.
Los cantantes, José Ángel Carmona, Cristina Pareja, dieron lo mejor de su arte para cautivar a los asistentes. Los bailarines Ángel Muñoz, Charo Espino y Ramón Martínez, pusieron al público puesto de pie, con su genial talento del baile y el dominio de las castañuelas. Los guitarristas Rafael Montilla, Paco Arriaga junto al maestro Paco Peña, deleitaron al público con mucho éxito.
El programa de educación , arte y música del Roy Thomson Hall y Massey Hall, ''Share the Music'', pudieron torgar 150 boletos de cortesía a jóvenes de 10 a 18 años de la academia de Esmeralda Enrique ‘Spanish Dance Company’. ''Qué maravilla que nos den la oportunidad de llevar a estos jóvenes a disfrutar de una noche de flamenco con un artista del prestigio de Paco Peña”, nos dice la querida bailarina, maestra, coreógrafa y fundadora de la escuela de baile, Esmeralda Enrique. "Gracias a este programa desde el año 1999, se han beneficiado miles de jóvenes que de otra manera no cuentan con los recursos económicos para asistir al teatro” terminó.
Francisco Peña Pérez, conocido mundialmente con el nombre artístico de PACO PEÑA, nació en Córdoba en el año de 1942, Comenzó a tocar la guitarra con apenas seis años y con sólo doce hizo su primera aparición como guitarrista profesional. A finales de los años sesenta se trasladó a Londres, y pronto comenzó una gira mundial que le llevó al Carnegie Hall de Nueva York. A partir de 1970 forma su propia compañía de danza y flamenco.
El artista, cuyas cualidades extraordinarias, como compositor, músico y mentor, lo han llevado a los mejores escenarios del mundo. Su música nos hace transportar a una noche de flamenco en una experiencia viva que han quedado impresas en más de una decena de discos.
Las guitarras tienen una labor fundamental en este réquiem, pues a fin de cuentas ellas hacen la música solitaria junto a unas ligeras percusiones. Rafael Montilla, Paco Arriga y, sobre todo, Paco Peña, hacen un trabajo difícil de clasificar por su excepcional envergadura. Hacen todos los toques imaginables, y todos los ejecutan con excepcional maestría, logrando con un sonido de relieve extraordinario. Una gran noche de cuerdas que fueron tocadas con precisión absoluta. Sin lugar a dudas el público disfrutó a plenitud de un concierto para recordar.
Publicado: 22 de enero, 2013
Texto y Fotos: Myrna Kahan